Bajar el carbono al suelo

El primer ministro británico Rishi Sunak ha decidido apostar por esa vía y se ha propuesto invertir 22.700 millones de euros (20.000 millones de libras esterlinas) en la creación en las próximas dos décadas de cuatro clusters industriales para capturar y almacenar carbono. También BP, la petrolera, se ha posicionado en el sector con la compra del 40% de acciones de Viking CCS Project, que espera estar operativa en 2027, y que pretende usar como almacenes los yacimientos de petróleo y de gas ya agotados. Yo, que no soy ningún físico, creo que una cosa y la otra no son incompatibles, pues reducir las emisiones y capturar el CO2 en la atmósfera conseguirán el mismo efecto que todos deseamos: eliminar el calentamiento global. Creo que esa doble acción puede conseguir reducir radicalmente el efecto invernadero y, de paso, quitarnos de encima la plaga del ecologismo, que ha acabado, por ejemplo, con la energía nuclear en Alemania

Por otra parte, los daneses acaban de inaugurar su primer proyecto de captura y almacenamiento de CO2 en el Mar del Norte, con una instalación con la que pretenden reducir las emisiones.

Las autoridades británicas piensan que en el año 2030 se podrán capturar entre 20 y 30 millones de toneladas anuales de CO2, lo cual equivale a la emisión que producen hoy quince millones de automóviles.

Sin embargo, un grupo de científicos británicos se ha dirigido al gobierno para indicarle que el foco debe estar en reducir las emisiones. Pero reducir las emisiones no es incompatible con capturar el dióxido de carbono en la atmósfera.

Sea como sea, la cosa parece ir por buen camino y en ese camino de limpieza no tiene por qué estar el carísimo e ineficiente coche eléctrico, que hoy nos sigue imponiendo la ideología verde imperante en la Unión Europea y que se puede definir como la ideología de los amigos de la Naturaleza y enemigos de la Humanidad.