Borrar

Los últimos datos del turismo en Salamanca son buenos. Casi noventa mil visitantes en agosto, cuando pensamos que todo el mundo está tomando el sol ... como lagartos en la playa, son muchos turistas. Un dato conocido a la vez que sabíamos de la quiebra de uno de los grandes agentes turísticos del mundo. Es posible que la película de Amenábar sobre Unamuno atraiga a curiosos y ya veo a mis admirados guías turísticos dirigiendo giras por la Salamanca unamuniana, mezclando los escenarios de la película con los de la vida de don Miguel, que no es lo mismo: el Paraninfo de la película y el del episodio real con Millán Astray no coinciden, por ejemplo. Igual que puede contribuir a llevar espectadores a las salas de cine la exhumación de los restos mortales de Franco o el hecho de que algunas afirmaciones de don Miguel son aplicables a nuestros días. Ayer, en la rueda de prensa de presentación de la película en la Casa Museo de Unamuno, me llamó la atención la declaración de Amenábar de que “Unamuno era un hombre de paz”, y lo era, ciertamente, a pesar de que dentro de él se libraban mil y una batallas. Las entonces reclamadas convivencia, unidad y democracia lo son también hoy. Ayer se dijeron en Salamanca cosas muy sensatas, que nunca deberíamos olvidar. Pero regresemos al turismo, pan nuestro de cada día, como bien sabe la hostelería y el comercio; turismo que celebra hoy su día.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Sigues a Santiago Juanes. Gestiona tus autores en Mis intereses.

Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca Arte, saber y toros