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Cualquier mitómano habría pagado por compartir una sobremesa con Tico Medina. El hombre de las 60.000 entrevistas conoció a personajes y personalidades de la talla de Dalí, Nixon, Fidel Castro, el Che Guevara, Indira Ghandi, Teresa de Calcuta, Pablo VI o John Lenon.

Yo ... sin serlo, tuve la suerte de charlar mucho con él, en el año en el que formé parte de su equipo en Antena 3 TV. “Javier hijo...” solía decirme para encargarme un reportaje, una entrevista o explicarme el enfoque de una noticia. Por aquella época, Tico tenía más de 60 años, aunque guardaba la ilusión de un chaval. Se mataba a trabajar porque era un periodista insaciable y un reportero incansable. Dormía poco y alargaba las jornadas de trabajo hasta que no se podían estirar más. Y cuando llegaban los fines de semana se iba a dar un pregón, una charla, a recoger un premio o a grabar uno de sus retratos, el caso era no parar. Escolástico, ese era su verdadero nombre, era una enciclopedia andante con chaleco de reportero y libreta de papel, en una época en la que no había “google” para consultarlo todo. Un contador de historias, que había conseguido ser uno de los protagonistas de la transición del blanco y negro al color. Y también un narrador de voz robusta, al que siempre le gustaba rematar cualquier anécdota con un titular.

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lagacetadesalamanca Adiós maestro