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LA CRÓNICA

Todo sigue igual: a la espera de lo que decida el prófugo

Lunes, 10 de junio 2024, 00:16

Qué tiene que pasar en España para que el sanchismo reciba un serio aviso en las urnas, que es donde se puede castigar a los malos gobernantes! El PP vuelve a ganar las elecciones y con más distancia respecto al PSOE -4 puntos- que en las Generales del mes de julio, que se quedaron a punto y medio de diferencia. Sin embargo, el revés que ha sufrido Sánchez ayer va a ser prácticamente como una caricia y no el varapalo que se podía esperar por el desgobierno y los escándalos que están salpicando su mandato.

En Salamanca los socialistas se lo tienen que hacer mirar, porque la distancia con los populares es casi abismal. El PSOE no ha conseguido retener el 30 por ciento de los apoyos, que era a lo que aspiraban, quedándose en el 27,5 %, mientras los populares suben del 46,43 por ciento que tuvieron en julio hasta casi 50 por ciento de apoyo conseguido ayer.

Estas elecciones, que a decir verdad le importan entre poco y muy poco a la mayoría de españoles, se habían planteado como una especie de plebiscito y Sánchez sacará pecho, porque el resultado no cambia nada. Hoy retorcerá los datos para conseguir darle la vuelta a su favor. En la campaña se habló poco de Europa y mucho de fango, de Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno que, queriendo o no, Pedro Sánchez la ha convertido en la protagonista, en la víctima y estrella de todos los mítines y por si alguien no se hubiera enterado de que la están investigando por corrupción y tráfico de influencias, ahora ya lo saben. Ha enfadado a los jueces, que mañana se reúnen para apoyar al magistrado que lleva la causa de Begoña Gómez, pero no ha enojado tanto a los españoles como para llevarse un revés que le obligara a presentar su dimisión. Sin duda el PSOE ha perdido las elecciones, pero Sánchez ha resistido en las urnas.

El presidente ha dividido a los españoles, es una máquina de fagocitar a los partidos que le estorban y ha convertido España en un país subvencionado y de buenos y malos. Tristemente no son las urnas las que ponen y quitan gobernantes, como está ocurriendo en otros países de la Unión Europea, donde anoche ya se produjeron dimisiones. A Sánchez solo lo puede echar del Gobierno un prófugo como Puigdemont, que decidirá en los próximos días si le sigue interesando mantenerlo como presidente de España o le da la patada. Yo apuesto por lo primero, porque un delincuente como él no encontrará a otro presidente que le permita redactar las leyes para borrar sus delitos. A Sánchez le funciona el divide y vencerás y de nada le sirve al PP haber ganado las elecciones si no consigue sumar para gobernar.

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