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Sábado, 5 de junio 2021, 21:35
El Gobierno de Pedro Sánchez por fin hizo público hace unos días el Plan de Recuperación que ha enviado a Bruselas con el que España se compromete a alcanzar los niveles de recaudación del conjunto de la eurozona. Un auténtico ‘hachazo’ fiscal con un importante endurecimiento de los impuestos al alza, que tendrá lugar durante el último trimestre de este año y el primero de 2023. Esta reforma fiscal afectará de forma especial a las clases medias -aunque el Ejecutivo ya se ha apresurado en asegurar que no será así- puesto que influirá, entre otros, a los impuestos del diésel, el impuesto de sociedades o con la reducción de beneficios fiscales. Una de las medidas con más influencia será la subida del diésel, con una equiparación impositiva a la gasolina. Podría ver la luz en el último trimestre de este año, con una subida de 4,6 céntimos por litro como mínimo. En Salamanca, más de 100.000 vehículos utilizan este carburante, la gran mayoría del parque automovilístico.
En cuanto a la revisión de los impuestos de matriculación y circulación, el Ejecutivo quiere poner en marcha esta variación en el primer trimestre del próximo año. En el primer caso, el tipo impositivo lo fija el Gobierno y lo pueden elevar hasta un 15% las comunidades autónomas. Castilla y León tiene el mínimo, por lo que cualquier retoque al alza de Pedro Sánchez va a suponer un incremento para los que compren un vehículo en Salamanca. El de circulación también tiene un mínimo establecido por el Gobierno, que es el que va a aumentar, y que los ayuntamientos pueden multiplicar por 2 como máximo. En el caso de la capital salmantina, la tarifa está multiplicada por 2, por lo que el Ayuntamiento tendría margen para modificar su parte del tributo y amortiguar la subida de Moncloa. No obstante, la mayoría de consistorios salmantinos aplican el mínimo, por lo que la subida allí está garantizada.
Para 2023 está prevista la eliminación de la tributación conjunta en el IRPF que afectaría a unos 200.000 contribuyentes en Castilla y León. Para 2023 también se prevé una ‘armonización’ en el conjunto del país de los impuestos de Sucesiones, Donaciones así como Patrimonio y que en la práctica supondrá un incremento de estos tributos para los salmantinos. En Patrimonio, Castilla y León tiene el mínimo exento y las tarifas estatales, por lo que cualquier cambio implicará seguramente un aumento. En Sucesiones y Donaciones, próximamente entrará en vigor en Castilla y León la bonificación del 99% en ambos tributos, que en 2023 será eliminada si finalmente salen adelante las intenciones de Moncloa.
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