Viernes, 22 de diciembre 2023, 14:19
No se pueden quejar los salmantinos después del sorteo de la Lotería de Navidad. Hasta cinco premios, incluido el Gordo, han caído repartidos por diferentes lugares de la provincia.
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El mayor de los premios ha ido a Peñaranda de Bracamonte, donde un cuarto premio ha dejado casi cuatro millones de euros. Se trata del 41.147 que estaba dotado con 200.000 euros a la serie. La administración 'El Ángel de la Suerte' había vendido 19 series que llenaban de felicidad las calles.
Sin embargo, la cantidad ha sido distribuida entre los vecinos de la localidad, con 1,8 millones, y los otros dos millones del número han sido enviados a un hotel de Palma de Mallorca, que "lo juega todos los años".
Según ha explicado la responsable de la administración, Carmen Santiago, diez series se remitieron al establecimiento hotelero balear y las otras nueve se han vendido, como "abonado", en ventanilla, con décimos de un número que se juega "durante todo el año" en Peñaranda de Bracamonte.
Poco después se conocía que esa misma administración también había vendido un décimo, a través de su página web, del Gordo (88.008).
Mucha suerte repartió también la administración 'El Jamón de Oro' ubicada en Guijuelo que vendió 60.000 euros de uno de los quintos premios, concretamente de 45.353. Cosas del destino, esta misma oficina también repartió un décimo premiado con el Gordo.
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También se vendió un décimo del primer premio en una droguería de Filiberto Villalobos 57-59. Un local que lleva abierto desde los años 80. Se desconoce quien puede ser el ganador porque es una zona de paso, aunque a su dueño, Fernando Bellido, le hubiera gustado que cayera en el barrio de San Bernardo.
Los quintos premios quisieron viajar hasta Salamanca. Así, el 86.007, dotado con 60.000 euros a la serie caía hasta en ocho administraciones de la provincia. Estas corresponden a la Rúa Mayor 36, el paseo del Rollo 15 y 101, en Prior 8, la calle Zamora 48, en Santa Marta de Tormes, Aldeatejada La Alberca.
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Curioso fue también lo sucedido a los nuevos propietarios de la administración de la calle Quintana, que estaban radiantes de felicidad después de conocer que habían vendido una serie entera de uno de los quintos premios. Un negocio en el que apenas llevan tres meses y que ya sabe lo que es repartir felicidad y dinero.
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