Salamanca, a través del tacto

Salamanca, ha sido el destino de los sordociegos durante este fin de semana. A través de su asociación (Asocide), que lleva más de dos décadas activa, han vivido un fin de semana como turistas. Esta vocación de "normalidad" y de "visibilidad" es una muestra del deseo de este colectivo de romper sus problemas de comunicación. "Tenemos muchas barreras", explica Francisco Javier Trigueros, presidente de la Asociación de Sordociegos de España. "La más importante es que se lleva una vida aislada por un problema de comunicación. El sordociego se va aislando en familia. Hay que tener en cuenta que tampoco toda la familia domina el lenguaje de signos", añade este joven padre de familia.Con las manos a modo de ojos y oídos, 83 sordociegos arropados por 38 guías-intérpetres, 16 acompañantes y 12 voluntarios le sacaron ayer jugo a una jornada en la que visitaron el Ayuntamiento, la Plaza Mayor, la Universidad y la Catedral, tras haber pasado el viernes en La Alberca y Guijuelo. "Somos como cualquier otro turista que coge el coche y su familia para visitar la ciudad. Necesitamos abrir puertas a la accesibilidad y nuestros guías-intérpretes son la primera puerta „los que nos acercan la cultura„, igual que la gastronomía es otra puerta".