Salamanca, clave para frenar a las mafias que fabrican la droga de los pobres

Una operación policial en Zamora la semana pasada provocaba la detención de dos varones de nacionalidad española por usar recetas falsas para adquirir un medicamento con el que se fabrica la droga denominada Karkubi, conocida como “la droga de los pobres” por su bajo precio. De hecho, se da la circunstancia de que la comercialización es fundamentalmente en Marruecos, mientras que en España solo ha sido detectada en barrios marginales.Salamanca fue pionera en la coordinación entre el Colegio de Farmacéuticas y la Policía Nacional para frenar a la proliferación de las mafias que tuvo su máxima actividad durante el primer semestre del pasado año con varias detenciones. Fuentes policiales destacan que la provincia fue una de las primeras en activar los protocolos para actuar rápidamente ante las mafias, lo que provocó que los farmacéuticos redoblaran sus alertas para tratar de impedir que se produjeran casos de estas características. “Tenemos el protocolo activo permanentemente, aunque tras las detenciones de Zamora hemos hecho un recordatorio a los farmacéuticos para que tengan mayores precauciones”, explica el gerente y abogado del Colegio de Farmacéuticos de Salamanca, Óscar Barazal.La actuación de los profesionales se basa en verificar que las recetas sean verdaderas —las de papel, ya que las electrónicas son imposibles de falsificar—. Si se comprueba la falsedad documental se trata de retener al delincuente solicitándole el DNI y anotando sus datos, a la vez que se avisa inmediatamente a la Policía Nacional o a la Guardia Civil en el caso de que sea en farmacias rurales. Fuentes policiales destacan la importante coordinación existente con los farmacéuticos, a través del colectivo, y confirman que tras las detenciones realizadas el pasado verano no se han vuelto a producir nuevas detenciones.El ‘modus operandi’. Los traficantes se desplazan por distintas localidades para adquirir en farmacias el medicamento con el que se elabora la droga ‘low cost’. Por regla general, las falsificaciones son de buena calidad y no suelen corresponder con la zona geográfica en la que se adquieren. Lo habitual es que procedan de Madrid.

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