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M.D.
Miércoles, 9 de enero 2019, 12:51
La planta de bioetanol de Babilafuente parará en diciembre de forma temporal debido a la incertidumbre sobre el futuro de Abengoa, empresa propietaria de la fábrica salmantina que ayer solicitó el preconcurso de acreedores. A pesar de que la instalación es una de las más productivas y de mayor rendimiento de la compañía, los problemas económicos de la matriz y su falta de liquidez van a provocar que la planta pare la producción el próximo mes, una vez consuma las últimas existencia de cereal con las que cuenta. La situación ha generado una enorme preocupación en el cerca de centenar de trabajadores que hay en la fábrica, ya que nadie de la empresa se ha puesto en contacto con ellos en los últimos meses pese a que habían solicitado información a raíz de la publicación en los medios de noticias sobre las graves dificultades económicas que estaba pasando Abengoa.La incertidumbre durante este tiempo ha desembocado finalmente en la solicitud del preconcurso de acreedores de la multinacional española con sede en Sevilla. Ahora se abre un periodo de 4 meses que la compañía tiene para evitar entrar definitivamente en concurso, que sería el de mayor tamaño de la historia del país. Los problemas se han traducido en el caso de la planta de Babilafuente en que no se han renovado los contratos a la mayoría de proveedores de cereal, por lo que las existencias de la fábrica se agotarán en los próximos días, razón por la que tendrá que parar en diciembre según las fuentes consultadas. Por ahora no está previsto su cierre, sino una interrupción temporal del trabajo, como ocurrió hace unos años debido al alto precio del cereal, aunque en este caso la situación se mantendrá al menos hasta que se aclare si Abengoa entra finalmente en concurso de acreedores.La noticia llega en un momento en el que las instalaciones para producción de bioetanol se encuentran a pleno rendimiento. La fábrica está empleando entre 60 y 70 toneladas de maíz a la hora durante las 24 horas del día, por lo que halla muy cerca de su máxima capacidad de molturación de cereal „alrededor de 585.000 toneladas anuales„. Gracias a ello es una de las plantas de mayor rendimiento y productividad de la empresa, de ahí que el parón haya pillado por sorpresa a los 90 trabajadores que dependen directamente de la fábrica, a los que no se les ha comunicado oficialmente aunque son conscientes de las dificultades financieras y de liquidez de la empresa matriz. En la actualidad únicamente están en activo las instalaciones dedicadas a la generación de bioetanol, mientras que la planta piloto inaugurada en 2013 y destinada a la investigación para producir combustibles de segunda generación se encuentra ya parada. Este último caso no se debe a una decisión empresarial por dificultades de carácter económico, sino a que el plan de trabajo previsto por la compañía para todo el año ya se había cumplido previamente.
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