Cuatro salmantinos, víctimas de falsos secuestros virtuales

Cuatro salmantinos han denunciado en los últimos quince días haber recibido llamadas telefónicas en las que se les exigía una elevada cantidad de dinero por la falsa liberación de un familiar. Afortunadamente, ninguno de ellos picó y de inmediato puso los hechos en conocimiento de la Policía Nacional, que ya ha abierto una investigación al respecto por si hubieran podido producirse más casos en Salamanca.La estafa telefónica, que por primera vez ha sido detectada en Salamanca, consiste en simular el secuestro de un familiar o una persona allegada para exigir el pago de un importe económico para la supuesta liberación. Los falsos secuestradores, con acento sudamericano, obtienen a menudo datos del entorno familiar del afectado a través de las redes sociales con los que tratan de dar verosimilitud a su llamada.Generalmente, la llamada se prolonga bastante tiempo con dos objetivos, impedir que la víctima corrobore la veracidad de la información y que realice el pago de la cantidad solicitada a la mayor brevedad posible.El ´modus operandi´ se ha venido repitiendo desde principios de mes en distintos puntos del país, donde el goteo de denuncias interpuestas por los afectados es constante, aunque en la mayoría de los casos, no se tiene constancia de que las víctimas hayan llegado a pagar.Los falsos secuestradores son integrantes de al menos un grupo de sudamericanos, que desde su país marcan números de teléfono en España de manera aleatoria.Su técnica pasa por no dejar hablar a las víctimas, que descuelgan el teléfono y empiezan a escuchar gritos y llantos, generalmente de niños, y amenazas para que no cuelguen el aparato. Es entonces cuando el estafador les dice que tiene a su hijo o a otro familiar secuestrado y, en ocasiones, hasta llegan a poner al teléfono al supuesto secuestrado para que, entre lamentos, reclame el pago del dinero para evitar que le hagan daño.El objetivo es cobrar lo antes posible, aunque para ello tengan que bajar la cuantía solicitada, a través de una transferencia bancaria o mediante un ingreso en el extranjeros en metálico realizado por empresas especializadas en este tipo de envíos.