Viernes, 27 de septiembre 2013, 12:52
Las altas temperaturas y las escasas lluvias han favorecido la proliferación de algas y de unas bacterias, denominadas actinomicetos, en el azud de Villagonzalo, de donde se abastece tanto la ciudad como otras localidades cercanas, como Santa Marta de Tormes o Carbajosa de la Sagrada. Esos organismos son el origen del mal olor y sabor con el que el agua llega a los domicilios, según explica el concejal de Medio Ambiente, Emilio Arroita.Ante esta situación, la potabilizadora municipal ha reforzado el tratamiento y desinfección del agua incrementando la proporción de carbono activo, y ha aumentado los controles. El edil garantiza que, pese al mal olor y sabor con el que llega a las viviendas, el líquido elemento es perfectamente apto para el consumo. De hecho, confía en que a lo largo de los próximos días recupere sus condiciones habituales, ya que se espera una descenso de las temperaturas así como precipitaciones, circunstancias que evitan que las algas proliferen.
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