trisol
Jueves, 10 de enero 2019, 17:48
Agricultores de las localidades de Cantalpino y Arabayona de Mógica están sufriendo los efectos de una nueva oleada de robos en el campo que se ha intensificado durante las últimas dos semanas en esta zona de la comarca de Peñaranda."Se llevan las baterías con las que arrancamos los motores de riego y que cuestan cada una en torno a los 100 euros y en mi caso, hasta los cables con los que conecto la batería al motor que miden poco más de un metro pero también los roban", explicó ayer Jesús González, uno de los afectados en Cantalpino.En pleno verano, cuando el riego es imprescindible en sus tierras, los agricultores se enfrentan a la pérdida económica del robo en sí y a los contratiempos que supone en la labor diaria hasta que compran una nueva, reponen cables y ponen todo, de nuevo, en funcionamiento."Los cacos tienen bien cogidas las horas y ya tenemos comprobado que actúan entre las 14.00 y las 17.00 horas cuando paramos para comer y descansar un poco antes de volver a la faena", añade el agricultor.Varios de los afectados en Cantalpino están pensando, incluso, en construir casetas de obra que protejan los motores del sondeo y eviten, en lo posible, nuevos robos aunque incluso con casetas fuerzan cerraduras y candados para sustraer los materiales que haya dentro."Un vecino del pueblo ha llegado incluso a encontrar a los ladrones llevándose el gasoil del sondeo pero si te enfrentas a ellos llevas las de perder y es aún más lamentable la indefensión que sufrimos", afirma Jesús González que, además, preside la junta agropecuaria de la villa.
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