Un arco de la primera catedral de Salamanca en un sótano de Rector Esperabé

El último vestigio de la iglesia románica de San Juan el Blanco permanece oculto en un edificio

C.R.

Viernes, 15 de febrero 2019, 09:32

Fue “catedral” de los primeros cristianos que repoblaron la capital del Tormes. Al menos así lo cuenta en sus escritos Joaquín de Vargas Aguirre, el arquitecto de los edificios de la Casa Lis y el Mercado Central. Era la iglesia de San Juan el Blanco, que como muchos otros edificios de Salamanca fue derribada por la riada de San Policarpo en enero de 1626. Situada extramuros, aunque a pocos metros de la Muralla, el templo se levantaba en lo que hoy es Rector Esperabé.Y aunque para la mayoría de los salmantinos haya caído en el olvido, aún pervive un vestigio de aquella construcción románica. El arco de su portada, conformado por grandes dovelas de piedra de Villamayor y en el que aún se puede observar una inscripción y un jarro de azucenas tallados, se conserva en el sótano del bloque de viviendas situado en el número 16 del paseo de Rector Esperabé, con entrada por la calle de Santa María la Blanca. Protegido por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) por ser un vestigio de la primitiva parroquia, actualmente se halla en un espacio utilizado como almacén.Ahora, Fauba, la Federación de Asociaciones de Barrios Antiguos, pide al Ayuntamiento su recuperación. En un escrito remitido al alcalde, su presidente, Luis Delgado, reclama el Ayuntamiento que trate de llegar a un acuerdo con la comunidad de propietarios del edificio para instalarlo en un lugar de la ciudad donde pueda ser contemplado por salmantinos y turistas. Sin embargo, la agrupación no identifica el arco con la portada de la iglesia de San Juan, junto a la que se asentó hace ocho siglos el primer convento de los Dominicos.Alude al elemento románico como vestigio del Hospital de Santa María la Blanca, una construcción del siglo XVI que se levantó sobre una antigua parroquia. Precisamente en la publicación de “Dibujos salmantinos” de Vargas Aguirre, editada por el Centro de Estudios Salmantinos, se señala que de aquel antiguo centros sanitario “solo queda la memoria y arco gótico en el interior de un corral, con dos estatuas de piedra mutiladas”. Una referencia que muy posiblemente haga alusión a la portada con arco rebajado que se conserva en el sótano-almacén. Sin embargo, en el catálogo de elementos protegidos del PGOU se insiste en que pertenecía a San Juan, y señala que en una excavación arqueológica realizada a principios de este siglo se encontraron en el edificio contiguo trazas del templo que el Tormes derribó hace más de cuatro siglos.

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