Pablo Urdangarín brilla como MVP en un Domingo de Ramos sin su familia, pero con el amor de Johanna Zott

Sin la presencia de su familia en las gradas, pero arropado por el apoyo incondicional de su novia Johanna Zott, Pablo Urdangarín vivió un Domingo de Ramos tan especial como inolvidable. Mientras otros rostros conocidos disfrutaban de las procesiones —como Antonio Banderas en Málaga, Anabel Pantoja en Córdoba o Amaia Salamanca en Sevilla— el hijo de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín cumplía con sus compromisos deportivos con el Fraikin BM Granollers, siendo clave en la victoria del equipo ante el Bada Huesca por 41-32.

Desde las gradas, una emocionada Johanna, acompañada por su madre, Elena Sophie, no dejó de animar a Pablo en ningún momento. También se encontraba entre el público uno de los grandes amigos de los exduques de Palma, el regatista Roberto Molina, fiel seguidor del joven deportista.

El esfuerzo de Pablo se vio recompensado con el título de MVP del encuentro, consolidándose como una de las grandes promesas del balonmano español, justo cuando se encuentra en proceso de renovar contrato con el club, actualmente segundo en la Liga Plenitude, solo por detrás del Barça.

Tras el partido, Pablo celebró su éxito con Johanna en una escena cargada de romanticismo: besos, abrazos y sonrisas compartidas. Más tarde, abandonó el pabellón al volante de su coche, sin hacer declaraciones sobre la polémica que rodea actualmente a su abuelo, el rey emérito Juan Carlos, tras sus demandas a Miguel Ángel Revilla y Corinna Larsen. Fiel a su estilo discreto, tampoco desveló sus planes para esta Semana Santa, dejando en el aire si viajará o no a Palma de Mallorca con la reina Sofía, otra de las afectadas por la controversia que envuelve al Emérito.