E. P.
Madrid
Miércoles, 5 de febrero 2025, 11:09
Hay novedades importantes en el caso de Anabel Pantoja y David Rodríguez, cuya investigación judicial por un presunto delito de maltrato infantil ha pasado del Tribunal Superior de Justicia de Gran Canaria al Juzgado de Instrucción número 4 de San Bartolomé. Este cambio se debe a que los hechos ocurrieron en Mogán, el municipio donde la pareja reside junto a su hija Alma, quien ingresó en el Hospital Materno-Infantil de Gran Canaria el pasado 11 de enero con lesiones que despertaron sospechas.
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El proceso judicial aún está lejos de resolverse, ya que la nueva magistrada encargada del caso ha establecido un plazo máximo de seis meses para completar la fase de instrucción, lo que prolongará la investigación, al menos, hasta julio. Una vez recopiladas todas las pruebas y elaborado el informe correspondiente, la jueza determinará si hay base para abrir juicio oral contra la sobrina de Isabel Pantoja y su pareja o si, por el contrario, el caso se archiva por falta de indicios de delito.
Entre las primeras medidas adoptadas, el juzgado ha solicitado las grabaciones de seguridad del centro comercial donde ocurrió el episodio que llevó a la hospitalización de la menor. Según declaró David Rodríguez ante el juez, la niña estaba con él dentro del coche mientras Anabel realizaba unas compras, lo que ha centrado la investigación en su figura.
El centro comercial ya ha entregado las grabaciones a la Justicia y se espera que estas imágenes esclarezcan los hechos y determinen si la versión del fisioterapeuta cordobés coincide con la realidad.
Además, la jueza ha decidido citar a declarar a los familiares más cercanos de Alma, en especial a sus abuelos, así como a otros testigos. También se tomará testimonio a los médicos que atendieron a la niña en la clínica privada Roca y en el Hospital Materno-Infantil de Gran Canaria durante los 18 días que estuvo ingresada.
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Mientras tanto, Anabel Pantoja se encuentra centrada en su defensa. Además de contar con un equipo legal especializado en derecho civil para proteger su honor y privacidad ante las especulaciones, habría recurrido a un prestigioso bufete de penalistas en Madrid para afrontar la investigación por maltrato infantil, un delito que, en cualquier caso, no implica necesariamente intencionalidad por parte de la influencer o su pareja.
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