Fabiola Martínez se derrumba al hablar de los abusos que sufrió: «Todavía estoy en proceso de entender muchas cosas»

Fabiola Martínez ha presentado públicamente su libro Cuando el silencio no es una opción, una obra en la que narra experiencias personales marcadas por momentos difíciles. Entre ellos, los abusos sexuales que sufrió durante su infancia, un episodio que ya había revelado previamente.

Durante la rueda de prensa, la exmujer de Bertín Osborne se mostró visiblemente emocionada al recordar cómo le contó a su hijo Carlos su historia. «Me di cuenta de que era más necesario de lo que yo imaginaba», expresó, destacando la importancia de hablar abiertamente sobre estas experiencias.

Su hijo Carlos veía «comportamientos que él no entendía, reacciones que yo tenía con mi madre, que decía 'pero ¿y por qué le hablas así a la abuela, si es mi abuela?' entonces», por ello decidió que tenía que contárselo.

Para ello, Fabiola preparó «un viaje los dos solos, nos fuimos a República Dominicana y un día en una playa nos quedamos solitos y le dije 'mi amor, ¿tú sabes que estoy escribiendo un libro?' y entonces ya empecé a contarle». La venezolana le dijo que quería que supiera qué contaba en el libro y «empezamos a hablar de ello, le conté que yo había sufrido abuso de pequeña».

Al principio, Carlos «se quedó un poco impactado, su reacción fue darme un abrazo y hacer un poco como de protector», un momento que tiene grabado a fuego en su memoria y que le ha hecho derramar más de una lágrima.

En la rueda de prensa, Fabiola ha asegurado que «todavía estoy en proceso de entender muchas cosas» en cuanto a la relación que tiene con sus padres porque «los quiero muchísimo y aún sigo sintiendo que ellos son mi responsabilidad» a pesar de que «es una relación un poquito tóxica porque se han invertido los roles».

Una situación que «estamos sanando tanto ellos como yo» porque «tampoco lo han tenido fácil e iniciar este proceso me ha permitido tomar conciencia también de su infancia, tanto la de mi padre como la de mi madre». Además cree que «esto nos ha dado la oportunidad a todos de reconciliarnos entre nosotros también porque sólo rompiendo el silencio, sólo poniendo encima de la mesa el tema, ya ha mejorado la comunicación».

Eso sí, también ha desvelado que «con mi madre todavía un poquito menos, pero con mi padre creo que ya no hay tanta barrera», algo de lo que se alegra porque «antes todos evitábamos» profundizar en ciertos temas porque «sabes que hay una bomba de relojería que, en cualquier momento, con cualquier discusión puede hacer que salte y salgan los reproches».