El adiós más complicado del Rey Juan Carlos

El Rey Juan Carlos culminó este lunes su cuarta visita a España desde su traslado a Abu Dabi hace tres años, una estancia que indudablemente se destacó como la más especial de todas. Durante una semana en Sanxenxo, el antiguo monarca, dejando de lado su típica discreción y perfil bajo en sus anteriores viajes a España, se entregó por completo a tres de sus grandes pasiones como hacía tiempo no lo hacía.

Su primera pasión, la vela, cobró vida cuando el Rey Emérito, demostrando un envidiable estado físico, tomó el timón de 'El Bribón' para participar en la regata que lleva su nombre, la 'Rey Juan Carlos I', celebrada este fin de semana en la localidad gallega.

La segunda de sus pasiones, la gastronomía, se manifestó con fuerza en los últimos días. A diferencia de sus anteriores visitas, Juan Carlos se dejó ver disfrutando de varios lugares de interés culinario, ya que fue visto cenando en una reconocida marisquería en O Grove, compartiendo momentos en el Club Náutico de Sanxenxo con su tripulación y relajándose en un barco en alta mar, mostrando una imagen de tranquilidad y sonrisas.

No obstante, su pasión más profunda y significativa sigue siendo su familia. En esta ocasión, a la visita de su hija, la Infanta Elena, quien ha sido uno de sus principales apoyos en sus viajes anteriores a Sanxenxo, se unió la presencia de su hermana, la Infanta Margarita, así como de sus sobrinos Alfonso y María Zurita. También se sumó al grupo el hijo de María Zurita, Carlitos, quien a sus 5 años de edad es ahijado del Rey Juan Carlos.

Este adiós se vivió con un sentimiento agridulce, ya que se le vio particularmente serio a su llegada al aeropuerto de Vigo. Mostrando agilidad y determinación, el padre del actual rey, Felipe VI, descendió del vehículo de Pedro Campos, quien lo había transportado a Peinador en cada una de sus visitas anteriores, sin necesidad de asistencia. De manera reflexiva, emprendió el camino hacia el avión privado que lo llevaría de regreso a Abu Dabi, marcando así un nuevo 'adiós' a España.

No obstante, es importante señalar que este adiós es más bien un 'hasta luego', ya que está previsto que el próximo 31 de octubre, día en que la Princesa Leonor alcanza la mayoría de edad, Don Juan Carlos asistirá a una celebración privada de carácter familiar que tendrá lugar en el Palacio de El Pardo. No obstante, su presencia no se contempla en el acto institucional en el que la heredera al trono jurará la Constitución en el Congreso.

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