«El actor y presentador español Josema Yuste, presenta la obra «El Aguafiestas» en la Ferias y Fiestas de Salamanca los días 7 y 8 de septiembre. Se trata de una obra de Francis Veber, uno de los dramaturgos más reconocidos en Francia y autor, entre otros éxitos, de la aplaudida comedia 'La cena de los idiotas'.
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Y has venido alguna que otra vez a Salamanca. ¿Qué recuerdos te trae esta ciudad?
Es una joya, me parece que Salamanca es de las joyas de la corona de España, desde mi punto de vista, me parece que La Catedral de Salamanca es majestuosa, es preciosa. A mi me encantan las catedrales, y las basílicas. Encima tengo un público fiel, porque siempre que ha ido, pues se ha llenado el teatro, la gente lo ha pasado fenomenal.
¿Cómo esperas que te reciba el público salmantino?
La última vez que fui se llenó el teatro, que creo que fue con la obra «Se infiel y no mires con quién», se llenó el teatro hasta arriba, cómo decimos nosotros los toreros, hasta la bandera, y bueno, espero un poco lo mismo. La gente sabe que cuando va a verme, tiene en la cabeza pasárselo bien y reírse y yo trato de no defraudar nunca, el hacer comedias donde la gente se ría, y lo disfrute, porque al final la risa forma parte de todo, es bueno para la salud, tanto física como mental.
¿Esperabas realmente estos resultados tan positivos de ella?
Uno está lleno de dudas antes de estrenar una comedia, pero las despejas cuando lo estrenas. Realmente estoy contento, creo que es un trabajo bonito, sobre todo divertido, y creo que los personajes, pues, llevan la risa a la gente.
¿Por qué habéis traducido del francés la obra y habéis escogido el nombre de Aguafiestas?
La comedia es del mismo autor que escribió La cena de los idiotas, Francis Veber, y entonces la comedia en francés no tiene traducción, se llama Le Merder, al castellano, podría ser un toca-pelotas, pero suena mal. Entonces, lo más parecido a un toca-pelotas podía ser el Aguafiestas, bueno, realmente, aquí se trata de que hay dos personajes principales que se están estropeando el uno al otro, su cometido.
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¿Desde su lanzamiento, ha habido algún cambio dentro de obra ya bien sea de escenario, vestimenta o guion?
Cuando cojo una comedia la adapto. Cambio un montón de chistes que vienen a la comedia de Francia con unos chistes a lo mejor muy localistas de allí. Lo que no toco es la historia esencial de la obra. Pero prácticamente los personajes también los suelo cambiar, los hago un poco a mi estilo, para que aquí se comprendan más.
¿Cómo es la química que tienes con tu compañero Santiago Urrialde?
Con Santiago trabajar es muy fácil porque es un actor muy útil y generoso. Es importante que tu compañero en este caso Santiago Urrialde, esté por la labor de ayudarte a ti al igual que yo a él. Los dos tenemos que hacer que la función brille.
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¿Y con el resto de compañeros como Maribel Lara, Kiko Ortega y Arturo Venegas también tienen esa relación?
Les conozco porque con algunos de ellos he trabajado en otra comedia, en esta aunque son cinco, seis personajes. Hay dos, digamos, que estamos muy en escena todo el tiempo. El 80% de la comedia, o el 90 casi, la soportamos Santiago y yo. El resto son papeles, digamos, satélite que son necesarios para la historia, pero no tenemos tanta relación con ellos.
¿Cómo es el compaginar actuar y trabajar de manera interna dentro de una obra?
Estoy acostumbrado y me organizo bien. No es tan complicado el tema de la producción, somos tres socios en la productora y tengo dos compañeros magníficos, con lo cual descargo muchísimo trabajo y lo demás, estoy acostumbrado a hacerlo no me supone un gran problema. El teatro es algo que no te roba demasiado tiempo, no es como el cine, que estás, bueno, pringado 24 horas y con un equipo de gente enorme. Somos aproximadamente siete en el equipo y lo llevo bien.
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¿Te ves haciendo otro tipo de género que no sea la comedia?
No, yo estoy muy feliz haciendo lo que me gusta, además una vez un amigo mío me dijo un proverbio chino, el proverbio viene de decir si eres un limón, exprime limón, pero si eres un limón, no trates de exprimir una pera. Yo sé hacer bien lo que hago y voy a seguir por ese camino, voy a especializarme en eso. No voy a tratar de cambiar ahora a estas alturas.
¿Cómo ve el panorama actualmente de la comedia?
Creo que es muy variado en el mundo del teatro, hay más oferta que nunca, gente que hace monólogos hay a patadas. El teatro vive el momento, yo creo que ahora mismo es dulce y bueno.
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¿El mundo de la comedia ha cambiado mucho desde sus inicios?
Los cánones ahora son diferentes. Por ejemplo, la mujer, los personajes femeninos, algunos de ellos eran prácticamente un florero, hoy día sería eso rancio. El monólogo es un género complicado, hay que defender un texto, hacerlo creíble, hacerlo divertido, conocer el ritmo del tempo, digamos, de la escena.
¿Y en qué diría que ha empeorado la profesión desde que empezó?
Es una pena que haya tan pocos cómicos ahora en directo, muchos monologuistas hacen lo mismo y pocos que hagan algo diferente.
¿Cree que el teatro va a perdurar a lo largo del tiempo o que las nuevas generaciones cada vez lo van a ir dejando más obsoleto?
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Es verdad que vas a un teatro cualquiera, y realmente el 70% de la gente tiene más de 50 años. Y de los restantes, la mayor parte están por encima de los 40. Parece que los jóvenes hoy en día tristemente acuden menos al teatro, aunque a mí me gustaría pensar que el teatro no va a morir nunca.
¿Podría lanzar un mensaje a las nuevas generaciones que están empezando ahora como cómicos y humoristas?
Que sean tenaces, tú puedes tener mucho talento y a lo mejor tardar más de lo normal en llegar. Si ellos creen en sí mismos y la gente que les quiere de verdad, les dicen que ellos valen, que se lo crean, pero si la gente que les quiere les dicen que por ese camino van equivocados, que les crean también.
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¿Qué es de lo que más orgulloso está de toda tu trayectoria?
De toda en general, de lo mejor, de lo peor, de lo regular y de lo estupendo. No todo ha salido bien, evidentemente, pero también es bueno a veces equivocarte para aprender a saber levantarte.
Si tuviera que quedarse solamente con una obra o película suya, ¿cuál sería?
Me quedo con el doblaje del Genio que hice en Aladdín. Fíjate que no salgo ahí, es mi voz, nada más. Pero estoy muy orgulloso de este trabajo.
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Finalmente, ¿Dónde se ve de aquí a 10 años?
Creo que jubilado, todo tiene un límite y un momento para dejarlo. Yo siempre he dicho y lo pienso así, no me gustaría subir a un escenario con inseguridades. No me quiero morir en un escenario.
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