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Vanesa Martín abrió las puertas de su camerino minutos antes de su concierto ayer a LA GACETA. A la entrada, se encontraba una mesa con unas luces, en la que sus iniciales ‘V. M.’ daban la bienvenida. A su lado, se encontraba una cafetera acompañada de dos tazas personalizadas para la artista.
En concreto, estaban decoradas con la portada de su último disco ‘Placeres y pecados’ y con el título del mismo plasmado en ellas. El camerino sigue con un sofá y con un perchero para poder colgar la ropa de la artista, al lado de un gran espejo para poder verse antes de salir al escenario.
El foco se centra en la parte del fondo del camerino, donde una silla, una mesa y un espejo con luces esperaban a la artista para maquillarse antes de salir a deleitar al público salmantino con sus canciones. En la mesa, un ramo de flores recibía a la artista, con varias rosas blancas y de tono rosado.
En la mesa, una vela, un plato con pétalos e incienso hacían de la sala un lugar lleno de calma y paz, dos sentimientos que se pudieron palpar minutos más tarde durante la actuación de la artista, que se dejó la piel para emocionar a todos los asistentes presentes en una Plaza abarrotada en el inicio de las ferias y fiestas.
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