Miércoles, 17 de mayo 2023, 12:20
La celebración del Fin de Año Universitario de Salamanca el último jueves antes de las vacaciones navideñas ha suscitado cierta polémica por los fines y el camino que está cogiendo la fiesta para algunos. Los principales canidatos de los partidos políticos alcaldables responden:
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Salamanca es ciudad universitaria por excelencia, por lo que comprendemos que los jóvenes demanden actividades de este tipo. Se trata de un evento que deja beneficios económicos al sector hostelero y comercial y contribuye a la proyección nacional e internacional de la ciudad y de la universidad. ¿Se han parado a pensar cuánto costarían 30 segundos de televisión en máxima audiencia? El papel del Ayuntamiento es garantizar la limpieza y la seguridad y de hecho esa noche no se producen más incidentes que en un fin de semana normal.
El Fin de Año Universitario debe replantearse. No ofrece una buena imagen de la ciudad que una celebración de estas características esté vinculada, sobre todo, al consumo de alcohol. La promoción de Salamanca debe basarse en la atracción que produce nuestro patrimonio y nuestra cultura. Además, es imprescindible que de mantenerse su organización por una empresa privada, esta corra con todos los gastos asociados. Los miles de euros que provoca en gastos a las arcas municipales deben compensarse por quien obtiene un lucro con esta celebración.
La celebración del Fin de Año Universitario supone un evento con una gran repercusión para la ciudad como referente en el ámbito universitario, a nivel nacional e incluso internacional. Es indudable que atrae a miles de jóvenes, muchos de ellos potenciales futuros alumnos de nuestras universidades. Pero debemos ser capaces de garantizar una fiesta cívica, de convivencia y con la mejor repercusión para la ciudad y el máximo respeto al descanso de los vecinos. Debemos trabajar de manera consensuada entre todos los actores implicados.
La respuesta es no, la fiesta de la Nochevieja Universitaria se ha convertido en un macro botellón al servicio de los grandes hosteleros de Salamanca y creemos que se debe reformular. Tiene un coste muy alto para el Ayuntamiento que deberían asumir los organizadores. Se debe volver al origen de la fiesta popular entre los universitarios y dotarla de actividades culturales en torno a la celebración. De ninguna de las maneras la nochevieja universitaria debe tener patrocinio de bebidas alcohólicas y que éstas se publiciten en la Plaza Mayor.
Considero que la actual versión de la Nochevieja Universitaria debe ser revisada. Surgió como una idea estupenda. Es una fiesta fantástica y una idea reconocida a nivel internacional. Pero de pasar de eso, a un macrobotellón celebrado en una de las plazas más bonitas del mundo, al que asisten visitantes de todas partes del mundo, de forma gratuita, que no dejan un euro en la ciudad porque traen hasta sus bocadillos, y que tras dejar la plaza como un macroestercolero, lo que supone un esfuerzo y un gasto en limpieza enorme, que se paga con impuestos de los ciudadanos.
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