La carroza del Corpus de Ledesma viaja del siglo XVIII al XXI

La pieza más importante de la orfebrería religiosa de la villa ledesmina ha vuelto a la parroquia de Santa María La Mayor, tras ocho meses en proceso de restauración. La espléndida carroza del Corpus, que data de 1719 y este año cumple tres siglos saliendo en procesión por las calles de la localidad en su día grande de las fiestas, ha recuperado en el siglo XXI todo su esplendor, y luce tal como fue concebida cuando se estrenó.

La restauración se encargó a la Fundación de Las Edades del Hombre y han sido los orfebres del taller C. Meneses los que han llevado a cabo la intervención sobre la pieza.

“Hemos realizado una limpieza de la plata y reintegrado las piezas desprendidas que estaban guardadas en la parroquia”, relataba ante el público que acudió a la presentación de la pieza la orfebre Sol Meneses. Asimismo, explicó que en el caso de las piezas que detectaron que faltaban se recurrió a reproducirlas para completar la imagen de la carroza. Ha sido necesario reproducir en plata de ley un total de 84 pequeñas piezas, desde diminutas campanillas hasta hojas de flores.

De la carroza los restauradores han retirado elementos de estaño, alambres e incluso clavos de hierro además de suciedad y restos de productos abrasivos con los que se había intentado a lo largo de los siglos limpiar la plata y que producen reacciones dañinas. Los expertos también han restaurado la Custodia que presentaba una fractura de la plata en su base, ya que carecía de soporte de madera, algo que se ha incorporado en la restauración. A esta pieza también le faltaba un rayo que se ha repuesto. Tal como señaló Jose Ángel Fernández de Larrea, de la Fundación Las Edades del Hombre: “La calidad de las piezas es impresionante y excepcional a todos los niveles”.

La restauración de las andas del Corpus tiene un coste de 10.295 euros. Por ahora la parroquia ha logrado, gracias a la generosidad de los vecinos, recoger más de 7.900. Sigue pidiendo colaboración para completar el pago.

En Castilla y León tan sólo hay otras dos piezas de similar calidad a las andas del Corpus de Ledesma. Están en Toro y Benavente.

La pieza será el epicentro de la procesión de Corpus del día 20 en la villa. Los restauradores han recomendado que no se toque con las manos para mantener su brillo impoluto. La cofradía del Santísimo Sacramento las encargó en 1717 al platero salmantino Francisco de Ágreda que las entregó para su estreno dos años más tarde.

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