El afecto por los más próximos en medio de la pandemia triunfa en los relatos de ‘Mayores ante la COVID-19’

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Ahora todo el día sola, sin poder salir, no se lleva igual. Yo tenía mis rutinas hechas, que me venían muy bien. Lo de no poder ir a misa, a la panadería, ver a las del barrio, pues no me hago a la idea. La soledad es mala compañera”, se lee al comienzo de “Al otro lado de un teléfono fijo”.

María del Mar Castilla, que tras la deliberación del jurado consigue el segundo premio (un televisor de 32 pulgadas), sintió el peso del futuro incierto: “Mi padre, de 90 años, estaba confinado y yo sin poder ir a verle. También me inspiró su relación con los vecinos, mayores, convertidos en una familia indisoluble; la ausencia de contactos familiares consanguíneos; la ansiedad vivida por ambas partes y su inmensa fortaleza en la adversidad, que nos sigue dando lecciones a todos”. La autora del relato “Hola, soy tu ansiedad” también estuvo en el palmarés de “Memoria del Corazón” de 2019. Profesora de Latín y Griego en un IES, es de Béjar y allí vive parte del año, aunque trabaja también en Madrid, ahora en ocasiones de forma presencial y otras veces de manera virtual.

El premio especial para los mayores de sesenta años -una comida para dos en el Restaurante Pucela- ha recaído en Amelia Martín por “Soledad sin ti”, donde refleja el desvalimiento de alguien que echa de menos a su pareja, hospitalizada y condenada a morir a causa del coronavirus. “Nos han robado la posibilidad de conocer a nuestro primer nieto y hasta el deseo de envejecer juntos para reforzar nuestras flaquezas y ayudarnos mutuamente. ¡Qué voy a hacer sin ti!”, escribe la autora, profesora jubilada.

Con un nuevo éxito de participación, el Concurso Literario Intergeneracional “Mayores ante la COVID-19” de LA GACETA, ha querido homenajear a una generación excepcional en esta ocasión. El certamen ha contado, como patrocinadores, con Ballesol, la Universidad Pontificia de Salamanca, Caixabank, Berkeley Minera España y Auditrón Centro Audiológico. Las tres seleccionadas en el palmarés se han mostrado muy ilusionadas por haber conseguido conquistar al jurado con sus conmovedores relatos, que han tenido como motor literario a seres queridos.