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Viernes, 28 de agosto 2020, 18:56
La realidad social que se vivió durante el confinamiento fue abrumadora y dolorosa. Las miles de muertes y los ancianos, como población de riesgo, que murieron fue abismal y descorazonadora. Fueron momentos muy duros para todos los españoles, pero para las residencias fue una batalla constante. Hoy, meses después, Residencial Casa del Abuelo se enorgullece de haber conseguido no tener ningún contagiado.
“Fueron los peores meses de mi vida, el riesgo que había y la responsabilidad de tener que velar por la seguridad de los ancianos”, así relata su experiencia Susana Curto, dueña del Residencial Casa del Abuelo. Tener cero contagios no fue suerte, sino, fruto del trabajo constante. El centro se cerró y se activó un protocolo de seguridad muy estricto. Se procuró no alterar duramente la vida habitual de los abuelos en el centro, pero se tomaron decisiones como: cada uno comería en su dormitorio, cambiaron el uso de diferentes zonas, los uniformes se lavaban en la residencia, se prohibió la salida al jardín y, el uso de doble mascarilla, desinfección y distanciamiento social se convirtió en rutina. Además, la residencia compró un cañón de ozono para asegurarse que las estancias se desinfectaran exhaustivamente.
Durante los meses que duró el estado de alarma e incluso ahora, el centro estuvo decorado con carteles de ánimo y fuerza con la esperanza de ver la luz al final de ese oscuro túnel. Por esta razón, Residencial Casa del Abuelo decidió poner un cartel en el exterior con el lema resilencia.
En estos duros momentos, Residencial Casa del Abuelo apostó por mantener una conexión directa vía WhatsApp con los familiares de los ancianos. Varios días a la semana se mandaban vídeos individuales y colectivos a cada una de las familias.
La principal preocupación de la residencia es cuidar del bienestar, salud y felicidad de los ancianos a través del trato cercano, familiar, personalizado y con actividades centradas en la interrelación entre los abuelos, manteniendo distanciamiento social, y desarrollando sus capacidades cognitivas y físicas con terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas.
Residencial Casa del Abuelo es el hogar idílico para personas de la tercera edad en la calle Sol, 1, en Cantalpino. También podrás localizarlos a través del teléfono 923532281 y en el número 675730180.
Contenido patrocinado por Residencia Casa del Abuelo
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