Santolino hace la 'v' con sus desdos, tras pasar sus examenes médicos.
ENTREVISTA AL PILOTO SALMANTINO DE RALLYS

Santolino: «Di vueltas de campana unos 300 metros. La arena me salvó de que me pasara algo grave»

Ya está en casa de una pieza, milagrosamente sin un hueso roto, tras su caída en Portugal

Iván Ramajo

Salamanca

Miércoles, 10 de abril 2024, 06:30

El piloto salmantino Lorenzo Santolino (Sherco) volvió a nacer este pasado domingo en el último pinar del rally de Portugal: una raíz que no vio se topó en su camino hacia la meta, provocándole la caída más aparatosa de su carrera junto con la que sufrió en el Dakar del 2019 en Perú. En aquella ocasión el parte médico fue dramático: seis costillas rotas, una vértebra fisurada... «Estoy perfecto, de una pieza», dice ahora recién llegado a casa tras un breve paso por el hospital para hacerse diferentes chequeos que solo hicieron que corroborar el milagro: sano y salvo, nada roto.

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¿Nada roto?

—No, no. Nada roto. La caída fue bastante fuerte, pero esta vez tuve la suerte de que se produjo en suelo arenoso y eso amortiguo el impacto. En terreno duro hubiera tenido algo roto, seguro. Luego también se alinearon los astros, porque pese a que me caí en medio de un bosque repleto de árboles no llegué a chocar contra ningún ni tampoco me golpeé contra la moto. Tuve mucha suerte, porque la caída como decía fue muy agresiva, di vueltas de campaña cerca de 300 metros y a gran velocidad, iría a unos 130 kilómetros por hora.

A 130 iba también en Perú hace ahora 5 años y acabó en la UCI.

—Aquella vez el suelo terreno era duro, de piedra y ahora no. Esa ha sido la gran diferencia. Luego yo creo que también tuvo que ver que entonces salí despedido hacia arriba y caí con el cuello, eso me dañó mucho, y en esta ocasión he salido despedido hacia adelante y muy plano.

Habla con mucha precisión de la caída, ¿la recuerda o qué recuerda?

—Hasta justo antes de salir despedido, sí, recuerdo todo. Me acuerdo que iba rápido y que me hizo un extraño la moto, la noté como si hubiera sido adelante y resulta que fue con la parte trasera al chocar con una raíz.

Justo en el momento del vuelo perdió la consciencia, ¿qué fue lo primero que vio después?

—Me vi en el suelo, debí estar como un minuto, y lo primero que hice fue levantarme. Noté que todo estaba bien, que no me encontraba mal ni tenía dolores de roturas. De hecho, mi primera intención fue continuar la carrera, pero vi que no podía porque la moto estaba muy dañada, rompí la tija, la barra de suspensión... Con el paso del tiempo ya me empezó a venir un dolor fuerte en las costillas, sobre todo, que es por lo que fui al médico, aunque con la intuición de que todo estaba bien.

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¿Cómo se encuentra, ya con el susto digerido? Apuesto a que le duele más el cuerpo que cuando se reincorporó del suelo.

—Apuestas bien [ríe]. Pero esto se pasará. Es todo muscular.

Al margen de la caída, ¿qué nota le da a su paso por el rally de Portugal, que ha sido su segunda prueba tras el Dakar?

—La verdad que no he estado en mi mejor momento. Me ha costado coger ritmo, luego también ha sido un hándicap el terreno, por cómo estaba de encharcado. Es cierto que en las primeras etapas saqué buenos resultados, hice un segundo y un quinto. Pero a partir de ahí todo se truncó con ese charco que no vi. Iba corriendo rápido y al llegar a una curva me sorprendió. Traté de frenar a tope, pero no me sirvió de nada y acabé dentro de la poza. Fue mala suerte. La moto se me empapó, se le coló agua en el motor y continúe como pudo. Y para remontar lo que ya hemos hablado, ese terreno de pinar, de poca visibilidad que me costó la caída.

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¿Le afectará al calendario esta caída?

—Espero que no. Hasta julio no tengo ninguna otra carrera prevista, que es cuando correremos la Baja Aragón. Luego es verdad que en pocas semanas tengo algunos test preparados y espero que en dos semanas no tenga secuelas.

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