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Cádiz
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0
-
3
Real Madrid
Rodrygo (14', 64'), Bellingham (74')
Dos golazos y una asistencia de Rodrygo fueron la medicina que necesitaba un Real Madrid mermado por las bajas para sacar la victoria en Cádiz (0-3). El brasileño firmó una actuación estelar liderando al equipo en ataque. Bellingham redondeó la victoria con un nuevo gol en Liga... y ya van once.
No era sencillo el reto para un Real Madrid que llegaba con un amplío parte de bajas. Hasta ocho. Porque a las ya conocidas de larga duración (Courtois y Militao), las asimiladas (Tchouaméni y Kepa), la recurrente (Güler) y las del virus FIFA (Camavinga y Vinicius) hubo que sumar la de un Brahim que iba a ser titular, pero que se cayó a última hora por problemas intestinales.
Rodrygo, al que Ancelotti había preferido guardar en el banquillo, se vio obligado a tener que salir de inicio y asumir la responsabilidad en ataque. Y vaya si lo hizo.
Salió valiente el Madrid. Y es que la posibilidad de hacer un +2 al Barça tras su pinchazo en Vallecas y poder dormir líder a la espera de lo que haga el Girona este lunes bien lo merecían. Un arranque que ni mucho menos intimidó al Cádiz que también se acercaba con cierta comodidad a la portería de un Lunin que volvió a demostrar durante el partido con buenas acciones que se puede confiar en él cuando sea necesario.
Contestaron los blancos a estos ataques como hacen los equipos grandes: golpeando. Rodrygo recibió un balón en el costado izquierdo del área. Primero se zafó de dos defensas pasando entre ambos, con otro sprint se quitó a dos marcadores más antes de conseguir el espacio-tiempo suficiente para sacar un disparo de interior con la derecha a la escuadra de Ledesma. Golazo en el mismo sitio donde Butragueño o Robinho dejaron su impronta. Cádiz ahora también recordará la obra de arte del brasileño.
El gol no sentó bien al partido. Pues el ritmo animado de ida y vuelta del comienzo se fue viniendo abajo con un equipo blanco más conformista viéndose por encima en el marcador y superando cada vez con más facilidad la presión en salida del Cádiz. En ello tenía mucho que ver la pareja Modric-Kroos que, aunque fuese por las circunstancias médicas que rodean a la plantilla, regresaron a los viejos tiempos comandando un centro del campo donde Valverde se vio condicionado después de ver una amarilla en los primeros minutos de juego.
Quizá pueda sorprender que hasta ahora no haya aparecido en esta crónica el nombre de Bellingham. También se puede pensar que no estuviese siendo su mejor partido, pero lejos de esa sensación sus estadísticas al descanso reflejaban un 95% de acierto en pases, más de 50 intervenciones con el balón, siete duelos ganados y tres faltas recibidas. Ni tan mal. Pero tiene el listón tan alto, que la sensación era de que el equipo necesita un poquito más de él.
No cambió mucho la cosa en el arranque de la segunda parte, pero pudo hacerlo si Joselu no hubiese perdonado el segundo del Real Madrid en una jugada de auténtica chirigota. Y es que el miedo a estar en fuera de juego le llevó a no rematar a puerta vacía un balón de Rodrygo que no entraba. Lo peor de todo es que las imágenes de televisión parecían indicar que estaba habilitado. Un error de esos de los que se pueden acabar recordando...
Pero no lo tuvo que lamentar el Real Madrid porque para su suerte Rodrygo tenía uno de esos días en los que le sale todo. Si el golazo de la primera parte le había sabido a poco, pues decidió marcar otro tan bueno como el anterior de nuevo con una gran jugada individual. Ahora ya sí que sí el Nuevo Mirandilla no iba a olvidarle.
No todo iban a ser buenas noticias para el Real Madrid, que con el segundo tanto de Rodrygo prácticamente dejaba sentenciado el partido. Y es que Luka Modric se marchaba a falta de 20 minutos con molestias físicas. ¿Otro más? Ceballos entraba en su lugar.
Pero faltaba algo. Ya saben el qué. El gol de Bellingham que culminase un nuevo partido redondo del inglés. Y este si que sentenciaba el partido. El inglés aprovechó una asistencia de Rodrygo para sacar un disparo cruzado con la izquierda que le permite sumar 14 goles en sus primeros 15 partidos con la camiseta blanca. Es de locos lo suyo.
El partido también dejó la oportunidad de poder presenciar el debut del canterano Gonzalo que dispuso de más de 10 minutos para vivir un momento que recordará para siempre. Y que se vaya a acostumbrando, porque el chico tiene potencial para repetir. Quién sabe si será en Champions el próximo miércoles ante el Nápoles, el siguiente reto de un Real Madrid reanimado por Rodrygo.
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