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Pesca en lago, alternativa de invierno.
Pesca: Así se construyó la primera mosca española

Pesca: Así se construyó la primera mosca española

El legado de Fernando Basurto, la primera imitación artificial para la pesca de truchas con caña y anzuelo

Lunes, 3 de enero 2022, 11:22

Fernando Basurto, escritor, poeta, novelista autor de hagiografías y de una defensa numantina de la pesca como pasatiempo, en contrapartida con la violencia inherente al deporte de la caza, escribió en el 1539, una joya literaria, dedicada especialmente a los pescadores de caña.

La obra discurre a modo de diálogo, nada amigable, entre un noble cazador y un modesto pescador de caña, quien le reprocha las malas formas, escándalo y alboroto que provoca la práctica de la caza en contrapartida con la paz y sosiego que proporciona y caracteriza al deporte de la pesca. La obra lleva por título “Diálogo del cazador y del pescador”.

Cuarenta y tres años después del legado de las 12 primeras moscas que dejó la monja inglesa, Dame Juliana Berners, en el siglo XV, este militar español nacido en Aragón cuando el arte y las letras castellanas comenzaban a florecer en pleno siglo de Oro en España con poetas y novelistas como Garcilaso, Luis de Góngora, Miguel de Cervantes o Calderón, nos deja este legado en el que recoge un apartado titulado “Tratadico de Pesca”. En él, entre otros artes de pesca, realiza una descripción pormenorizada de cómo construir una mosca, dónde y cómo utilizarla, se trata de la descripción de la primera mosca española para la pesca de truchas con caña.

El texto, que los montadores pueden interpretarlo de diferentes formas, deja una cosa bien clara, al igual que los padres de la pesca a mosca, Halford y Skues, la mosca que presenta Basurto, es una imitación de un insecto natural que veía volar por el río en días y a horas determinadas, provocando que las truchas no comieran otra cosa y para imitarlo nada mejor que vestir un anzuelo atándole plumas y sedas.

Al igual que ocurre con las doce moscas que legó Juliana Berners, da lugar a diversas hipótesis, no sabiendo a ciencia cierta, si lo que describe es una efémera, un tricóptero o un plecóptero. Algunos pescadores verán a una efémera, otros, como es mi caso, verán un tricóptero. El tamaño, color del cuerpo, así como la forma en que describe la colocación de las plumas para imitar las alas y principalmente, los ríos pirenaicos donde pescaba, hacen que me incline por la teoría de que imitaba un tricóptero. El texto de forma literal comienza de esta manera. “La pluma se pone en el anzuelo en esta manera...”.

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