Mario García Romo ha terminado en la sexta posición en la final de los 1.500 metros del Campeonato del Mundo de Budapest, nuevamente en puesto de finalista sin poder mejorar su actuación de hace un año en Eugene, donde fue cuarto. Ha vuelto a haber sorpresa en la medalla de oro, que ha sido para el británico Josh Kerr, que ha logrado el triunfo con 3:29.28, superando al nuevamente gran derrotado, Jakob Ingebrigtsen, y al también noruego Narve Nordas.
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El atleta salmantino ha cruzado la meta con un registro de 3:20.26, a una centésima de su amigo y compañero Yared Nuguse, y cerca de las medallas gracias a un gran final. Sin embargo, la dureza de la prueba, que le ha obligado a ir durante su mayor parte en la cola del grupo, le ha impedido tener más opciones de estar en el podio.
Aún así, el de Villar de Gallimazo se mostraba «muy contento» en sus declaraciones a TVE: «Lo he hecho lo mejor posible este año, aunque no haya logrado una medalla, que es lo que quería. Pero estoy seguro de que otro año caerá.
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