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Mario García Romo, que este verano ha dado la campanada con sus grandes éxitos —además de los que consiguió en invierno en Estados Unidos—, ha podido pasar unos días entre Villar de Gallimazo y Salamanca, con sus familiares y amigos, antes de poner rumbo a Colorado, donde va a comenzar una nueva vida como atleta profesional con un nuevo y ambicioso sueño: luchar por la medalla de oro de los 1.500 metros en los Juegos Olímpicos de París 2024. En Las Pistas del Helmántico, donde tantas horas ha pasado, habló de todo ello para LA GACETA.
–¿Ya le ha dado tiempo a asimilar todo lo que ha conseguido en los últimos meses?
–Al terminar el Mundial sí que estuve como en una burbuja por ser el cuarto del mundo y eso me impulsó para el Europeo y la Diamond League, a la que ya llegué un poco exhausto. Han sido unas semanas en las que las emociones estuvieron muy altas, pero después de llevar en casa unos días he reflexionado, estoy más calmado, y con las baterías mucho más cargadas para el año que viene.
–Bronce en el Europeo, cuarto en el Mundial, campeón de España... Para alguien pudo ser una sorpresa, pero en sus cálculos, ambiciosos pero realistas, tenía eso en la cabeza.
–Mentiría si dijera que no me había visto consiguiéndolo, pero sí que fue una sorpresa por ejemplo mejorar mi marca 5 segundos en el Mundial. Quizá ha llegado todo un poco de golpe. Sabía que podía correr en 3.30 o que iba a luchar por las medallas en un Campeonato del Mundo, lo que no me esperaba es que fuera todo ya este año. Eso me ha demostrado que vamos un poco más adelantados de lo que creíamos y que haciendo un mejor trabajo podré conseguir mejores resultados.
–Y también ha pasado de ser un ‘universitario’ a ser atleta profesional.
–Ahora mi vida estará dedicada simplemente al atletismo unos años. Tener la capacidad de que mi vida gire en torno al atletismo al 100% me va a permitir entrenar lo mejor posible y competir contra los mejores del mundo cada poco tiempo, y eso es una ventaja respecto a años anteriores.
–¿A este nivel se puede vivir del atletismo?
–Sí, no me puedo quejar. Tengo a mi espónsor, ON, detrás apoyándome y cuando llegas a este nivel tienes subvenciones de las instituciones. Eso me va a permitir dedicarme plenamente al atletismo, aunque sí que es verdad que hay que seguir estudiando y tener una salida profesional para cuando se acabe porque sabemos que el deporte dura poco tiempo y después hay que buscarse la vida.
–¿Cómo va a ser un día normal en su nueva vida en Colorado?
–Me despertaré pronto, en torno a las 7-8 porque al tener dos sesiones al día hay que intentar tener el máximo tiempo posible entre medias. Después fisio, psicólogo deportivo, reuniones con el patrocinador... y por la tarde otro entrenamiento. La mayoría de los días intentaré irme pronto a la cama porque al día siguiente hay más. No será una vida muy tranquila, aunque sí tendré más tiempo libre que si fuera estudiante. Hay que intentar hacer cosas productivas y por ejemplo ahora estamos diseñando productos con ON, e intento tener recursos como el nutricionista o el psicólogo.
–¿Con quién va a vivir allí?
–Con cinco de mis compañeros. Somos jóvenes y no tenemos familia propia, así que compartiremos piso, que es más fácil que vivir solo. Tengo muchas ganas de conocerles mejor.
–¿Le gusta Estados Unidos?
–Sí. Lo bueno que tiene es que es un país multicultural, hay gente de todo el mundo, y estoy en una etapa de mi vida en la que me gusta mucho conocer gente, viajar y conocer diferentes culturas.
–¿Qué hará en su tiempo libre?
–Me gusta mucho leer y aprender acerca de creación de contenidos, como fotografía, vídeo y demás. Es una herramienta que tenemos los atletas con las redes sociales y te permite contar tu historia, tus motivaciones, tu filosofía de trabajo o tus orígenes.
–El pertenecer a un gran club como On Athletics le permitirá competir allí donde estime oportuno.
–Tenerlo detrás es un gran privilegio porque nos apoyan y nos cuidan muy bien. Te proporcionan el mejor producto posible, los entrenadores, los fisios... Tener un equipo, aunque yo diría una familia, detrás, es un beneficio y nos permite mejorar mucho.
–¿Se va acostumbrando a lo de estar lejos de casa?
–Sí, ya son muchos años fuera, y sobre todo mis padres. Lo bueno es que competir en los Campeonatos de España al aire libre, pista cubierta o campo a través me va a permitir venir más a menudo, y voy a poder ver a mi familia y a mis amigos.
–Licenciado en Química. ¿Tiene pensado seguir estudiando intentando compaginarlo con el atletismo?
–Sí, sigo con la idea de hacer Medicina en el futuro. Estos años viajando y entrenando tanto a lo mejor no me va a ser posible estudiar tanto, pero intentaré encontrar alternativas como la educación a distancia para seguir formándome para el futuro.
–¿Cuáles son sus próximos objetivos o sueños?
–Diría que ambiciosos, más que hasta ahora, y el gran sueño son los Juegos de París 2024. Pero si me he dado cuenta de algo es de que no tengo que ponerme como meta solamente ganar el oro, sino intentar mejorar día a día, disfrutarlo, y al final los resultados llegarán como consecuencia del proceso. Sé que si cada día estoy entrenando lo mejor posible, me tomo las cosas en serio y tengo la motivación correcta, algún día estaré en una final olímpica y mis amigos y mi familia estarán allí para verme. Y creo que si hago eso tendré posibilidades de conseguir el oro, muchas diría, porque sé que tengo el talento necesario para ser un gran atleta y solo falta el trabajo. Creo que a este nivel todos tenemos mucho talento y lo que nos diferencia es el trabajo que hacemos.
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