Mario García Romo, junto al cartel que anuncia la entrada a Villar de Gallimazo.
ENTREVISTA

Mario García Romo: «Voy a hacer todo lo posible por merecerme el oro en los Juegos de París»

El mejor deportista salmantino en la actualidad pasa unos días en Villar de Gallimazo: «En el pueblo soy uno más»

Alex G. Santana

Villar de Gallimazo

Martes, 2 de enero 2024, 10:28

Hacía tiempo que estaba pendiente una visita a Villar de Gallimazo para hablar en su pueblo con Mario García Romo (Salamanca, 29 de junio de 1999). Mientras se prepara para salir después a entrenar aprovechando las últimas luces del sol -no ha perdonado ni un día, ni en Nochebuena ni en Nochevieja-, dando un corto paseo por la plaza aparece algún paisano que pregunta: «¿Venís a ver al atleta? Ese corre mucho, hoy todavía no le he visto». Porque allí Mario es uno más, aunque todos sus vecinos están orgullosos de él y le siguen con pasión. Y vaya si corre. Tanto, que sueña con ser campeón olímpico dentro de unos meses en París.

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¿Qué le dan estos días de Navidad en casa?

—Es una buena oportunidad para resetear antes de la temporada y sobre todo descansar después de un otoño bastante largo de entrenamientos y estar con la familia y los amigos. También para refrescar la mente antes de empezar a competir.

Y saliendo a entrenar por los caminos. Como cuando era un niño.

—De lo que más me acuerdo es de esos días duros de invierno, con niebla, viento y lluvia. Es lo que me viene a la cabeza junto a los comienzos corriendo por el pueblo.

Mira al futuro con ambición, pero también el pasado con nostalgia. ¿Sigue teniendo los pósters y fotos de atletas míticos?

—Eso no lo he perdido. De hecho mi habitación sigue estando igual que en los últimos quince años, desde que era un niño.

¿Y cómo lleva ser ahora un referente?

—Para mí es un orgullo. Es algo que me inspira mucho y también me motiva para seguir progresando.

¿Se está permitiendo alguna licencia con la alimentación en estos días de fiesta?

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—Claro que sí. Tengo nutricionista, pero estos días son libres y tampoco miro mucho lo que como, así que tomo lo que me apetece.

Cuando está en Estados Unidos no pierde el contacto con él, pero ahora está con su hermano Jaime, que fue un talentoso atleta. ¿Hablan de algo que no sea atletismo?

—Es complicado porque es una pasión que compartimos, pero hablamos de todos los aspectos de nuestra vida. Al final es mi hermano y me preocupo por él en todos los sentidos. El atletismo es una parte importante de nuestras vidas, tanto por su trabajo como por el mío y casi todos nuestros amigos vienen de este deporte. Llevamos quince años y es difícil que no influya en nuestro estilo de vida.

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¿Qué le dicen en el pueblo? ¿Es Mario el atleta?

—Aquí soy uno más. Cada vez que veo a alguien le saludo como un vecino normal del pueblo, que es lo que soy. Da mucho gusto que se preocupen por mis resultados y estén ahí para animarme en los buenos y en los malos momentos.

Usted es atleta profesional. ¿Se puede vivir de ello?

—Me dedico al atletismo las 24 horas del día. Tengo un patrocinador privado, On Running, además de las ayudas de la Federación Española. Al final ser profesional es ser capaz de dedicarse a ello por completo. Este es un deporte que requiere unos gastos de viaje, concentraciones en altitud y demás que hay que cubrir. Tengo la suerte de tener todos los medios que me hacen falta y habrá que aprovecharlos para los Juegos Olímpicos, el Mundial en pista cubierta y el Europeo al aire libre.

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¿Tiene caprichos?

—No soy caprichoso. Ahora ya tengo un coche, pero es algo muy normal, un Toyota, tampoco me he comprado un cochazo. No me gusta malgastar el dinero.

¿Qué espera del nuevo año con los Juegos Olímpicos en verano?

—Sobre todo, que las lesiones me respeten. Tengo claro lo que tengo que hacer para conseguir el oro en los Juegos e intentar sacar mi mejor versión. Quiero llegar a París mereciéndome ese oro, habiendo hecho el trabajo para ello e intentar luchar por la victoria.

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Con todo el programa diseñado. ¿Le vamos a ver correr mucho antes?

—A eso se dedica mi entrenador -Dathan Ritzenheim, que participó en tres Juegos Olímpicos- y yo sigo ese plan. Es el mejor para intentar conseguir todos los éxitos posibles este verano. Creo que una de las principales ideas este año es que hay que competir. Al final una carrera de campeonato no es una de Diamond League con liebres y hay que saber moverse en el grupo. Creo que donde mejor me desenvuelvo es en esas carreras de campeonato así que tengo que intentar aprovechar ese fuerte.

¿Bajará esos 3:29.18 en los 1.500 metros?

—Creo que es posible. De hecho cuando hice esa marca no fue una carrera perfecta y mes y medio después en el Mundial de Budapest hice 3:30 acabando bastante fuerte. Creo que valgo menos de ese 3:29 así que ya veremos dónde queda esa marca. Al final para ganar los Juegos hay que correr muy rápido y si se requiere que sea en 3:28 intentaré estar en esos tiempos.

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Lleva mucho tiempo con los Juegos de París en la cabeza. ¿Se atreve a soñar con ser campeón olímpico?

—Sí, sin duda. Es el objetivo que tengo en los últimos años, especialmente los dos últimos. Si tuviera otro diferente no estaría haciendo las cosas bien. Yo espero merecerme ese oro, hacer el trabajo para ello y creo que tengo claro lo que tengo que hacer. Y si no lo consigo al menos lo habré luchado y habré intentado ganármelo con trabajo duro y el esfuerzo del día a día.

Ingrebrigtsen, Katir... va a tener rivales muy duros.

—Los de siempre y alguno más. Siempre aparece gente joven, como Niel Laros, que seguramente va a dar mucha guerra. Y habrá otros que no conocemos tanto que van a estar ahí, y a lo mejor otros históricos que van a volver a correr muy bien. Así que no hay que confiarse con nadie y sí dar la mejor versión de mí mismo. Si hago todo lo posible, no me podré poner ninguna pega.

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Siendo París, estarán allí familiares y amigos?

—Hemos mirado, sí. Las entradas son bastante caras y los precios para quedarse en París están por las nubes, pero alguna opción habrá. Lo valoraremos cuando lleguen los Juegos porque tengo que pasar por el Nacional para clasificarme y no hay ninguna seguridad, hay que tomárselo poquito a poco.

Termina la entrevista y se pone a calentar para salir a entrenar. ¿Se me hará de noche? Iba a hacer algo más de 6 kilómetros por los alrededores de Villar de Gallimazo a pesar del frío y que en nada se va a dejar de ver. Pero, cómo él dice, tiene que ganarse el oro en París con esfuerzo y sacrificio. Y esa misma noche, como otras muchas, soñará con ser campeón olímpico.

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