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Si le quedaba algo guardado en el tintero a Mario García Romo en este verano para la historia del atletismo local al aire libre, el medio fondista de Villar de Gallimazo lo acabó de demostrar en las semifinales del Campeonato de Europa de atletismo que ayer mismo arrancó en Múnich (Alemania). El atleta salmantino volvió a dar otra clase de temple, jerarquía y cabeza impropios de su edad —23 años— en la segunda serie de las ‘semis’ del 1.500, en la que acabó en tercera posición y con la ‘Q’ mayúscula de la clasificación con un tiempo de 3:38.04.
La carrera de García Romo fue simplemente impecable: centrada y limpia de principio a fin, como si tuviera una calculadora en la cabeza para ir controlando vueltas, tiempos, rivales y esfuerzo a realizar en cada momento. El de Villar de Gallimazo controló la segunda semifinal del 1.500 hasta que, a falta de 200 metros para el final de la prueba el polaco Michat Rozmys saltó por su izquierda camino de la victoria final (3:37.36), sin que esto le importara lo más mínimo, ya que salvo catástrofe tenía el trabajo hecho y el billete en el bolsillo. Y así fue. Aplicando ese acelerón final que tanto le caracteriza, a García Romo solo fue capaz de superarle —ahora por la derecha, por pagos de la calle 3— el italiano Prieto Arese, que finalizó en segunda posición con una marca de 3:37.95.
El jueves el atleta charro disputará la final, junto con los otros dos representantes españoles en la prueba de 1.500, Ignacio Fontes y Gonzalo García, a partir de las 21:05 horas en el Olympiastadion y con las cámaras de Teledeporte en directo.
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