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Los vecinos de Villar de Gallimazo pueden ver estos días a todo un subcampeón de Europa, el mismo Mario García Romo que hace una década ya corría por sus calles. En el pueblo, con su gente, valora todo lo que ha conseguido en los últimos meses, que ha sido mucho, y va pensando en lo que espera del futuro deportivo y profesional.
–Después de su espectacular temporada en Estados Unidos y aquí, toda descansar.
–Sí, dos o tres semanas. Es importante descansar el cuerpo después de seis meses de competición, en los que he tenido 23 carrera, y también recargar pilas.
–Si hace un año le dicen todo lo que ha conseguido, ¿se lo hubiera creído?
–Sí me veía capaz porque tengo esa mentalidad, de cuando empiezas una temporada conseguir todo lo que te propones. Muchos eran sueños y es un poco sorpresa cuando se cumplen, pero sí que pensaba que lo podía lograr.
–Siempre ha destacado, pero en categorías inferiores. Ahora, en unos meses, ha demostrado su nivel en la NCAA, en el Nacional absoluto y en el Europeo sub 23. Eso son palabras mayores.
–Creo que ya he dado ese paso de junior a absoluto en mi último año sub 23. He visto que puedo competir contra los mejores de España, Europa y el mundo, y a partir de ahora intentaré llegar a los grandes campeonatos luchar por medallas.
–¿Qué supone representar a España en un Campeonato de Europa y además subir al podio?
–Un orgullo, porque era mi primera medalla internacional individual -había sido campeón por equipos de cross sub 20- y tenía muchas ganas de conseguirla. He estado cerca más veces, cuando estaba entre los primeros del ránking y luego no hacía una buena final. Y representar a España es un placer.
–Ha quedado claro que no era un farol cuando a primeros de año decía que iba a luchar por estar en los Juegos, porque se ha quedado muy cerca.
–Muy cerca sí, y es la espina del año. Era el objetivo e iba a pelear por ello. Aunque no tenía una marca muy cercana a la mínima o no estaba entre los favoritos sabía que podía pelearlo. El haberme quedado tan cerca es una buena señal porque indica que estamos en el buen camino para poder ir con la selección española absoluta y el año que viene hay Mundial y Europeo.
–Hace poco, su hermano Jaime escribía sobre los cambios principales que había tenido usted para este ‘despegue’. ¿Está de acuerdo con lo que decía?
–Sí, sobre todo creo que ahora tengo mucha más confianza y estoy relajado antes de las carreras, porque creo en el trabajo y pienso que las circunstancias no van a impedir que logre lo que quiera. Tengo la motivación de hacer el mejor papel y si no sale, pues a aprender de esa carrera.
–¿Y qué le aporta después venir aquí con su entrenador de siempre, Lucio, y estar con el grupo de entrenamientos?
–Sobre todo, tranquilidad y diversión. Venir a entrenar con ellos es volver atrás diez años. En el parque de los Jesuitas, La Aldehuela, el Helmántico o el prado Panaderos disfrutando de su compañía. Los entrenamientos son igual aquí que allí.
–Está de vacaciones. ¿Da la temporada por finalizada?
–Sí, ya la he acabado. La próxima competición será el cross en Estados Unidos, después el Campeonato de la NCAA de campo a través y espero que también el Europeo.
–¿Qué le supone poder estar en casa con sus padres, ir a ver a su hermano...?
–Puedo moverme más libremente sin tener que pensar en correr, porque eso me condiciona mucho los días. Estoy con los amigos, la familia y mi hermano, y estoy mucho más liberado.
–¿Hace planes para el futuro?
–No sé. Me queda un año más de carrera y después tendré que pensar en el Máster y poder correr profesionalmente.
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