Manu García, histórico capitán durante décadas del Deportivo Alavés de Primera División ha anunciado este martes que se despide del fútbol tras haber logrado varios ascensos desde 2ªB a Primera División y lograr jugar la única final de la Copa del Rey de la historia del Alavés contra el Barcelona. En la última etapa de su vida deportiva, jugó en Chipre y también en el Mirandés.
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El vitoriano tiene raíces salmantinas gracias a su madre y su abuela, naturales de Morille, que emigraron al País Vasco como tantas familias salmantinas en busca de trabajo. A pesar de ello, Manu siempre ha mantenido vínculos con su pueblo donde ha pasado parte de los veranos. «En el pueblo no soy Manu, todo el mundo me conoce como el hijo de Chelo, por mi madre, o el de Agapita, por mi abuela».
Fue de niño donde disfrutó sobre todo durante los veranos donde tocaba su primer balón, como se aprecia en la fotografía superior, y donde pasaba gran parte del tiempo estival.
Ya durante su etapa profesional ha seguido realizando las visitas en verano al pueblo, donde mantiene una vivienda, y tras el final de su etapa profesional sin los comprimidos calendarios de fútbol podrá visitar más a menudo. «Siempre presumo de mi pueblo», reconocía a este medio.
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