Iván Ramajo
Sábado, 23 de diciembre 2023, 09:30
Las cuentas presentadas por la Junta de Accionistas del Deportivo de La Coruña el pasado martes son desoladoras. El club campeón de Liga, Copa y Supercopa, estancado en la tercera categoría del fútbol español desde hace cuatro temporadas, anunció 3 millones de pérdidas solo en el año 2023; y una previsión de 8 en el próximo ejercicio. Con estos números, la deuda total del conjunto de Riazor se dispara hasta los 56 millones de euros. Unos días antes había sido el Nástica.
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¿Dónde quedó, entonces, el 'Fair-Play' financiero anunciado a bombo y platillo por el entonces presidente Rubiales? Pues lo cierto, aunque parezca lo contrario, por los números hechos públicos estos últimos días, que no en el cajón de las Bases de Competición. El nuevo rumbo que tomó la RFEF tras la salida forzosa de Luis Rubiales, por el beso a Jenni Hermoso en la final del Mundial femenino, ha servido para abrir puertas y ventanas dentro de la Ciudad del Fútbol. Y, según ha podido saber este diario, una de ellas es esta. Rocha tiene claro que el futuro de la Federación pasa, a diferencia de lo que sucedió con su predecesor, por escuchar a los clubes. Y una de las cuestiones que más quebraderos de cabeza le da a la RFEF entre la tercera y la quinta categoría está en la solvencia económica. La Federación tiene constancia de que la categoría, por mucho que los grandes transatlánticos lo nieguen, es viable. Y a ejemplos como el de Unionistas —que en su última Asamblea volvió a saldar la campaña en números positivos— se agarra para demostrarlo. A tal punto llega la fe que la Federación le tiene al modelo Unionistas que ha decidido incluir al conjunto del Reina Sofía en el grupo de trabajo que tiene previsto poner en marcha de cara a la próxima temporada sobre control económico y financiero.
Pero, ¿y hasta que se cree el grupo, qué? Pues lo cierto es que la Federación no está de brazos cruzados. Y se remite a las Bases de Competición. En ellas vienen especificadas una serie de requisitos que se deben de cumplir con regularidad (entre los que se encuentran el balance de cuentas, estar al corriente con Hacienda o de los pagos, al menos de manera trimestral) y, en caso de no ser así, las primeras sanciones de calado se podrían empezar a ver la próxima temporada, con la imposibilidad de ascender como el castigo mayor. Por el momento, lo que se están aplicando son bloqueos en el pago de ayudas por no cumplir.
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