Slavy impulsa a Unionistas por la Copa con un hat-trick (4-0)

«¿Preparado?», le decía Trapero (el preparador físico de Unionistas) a Slavy el pasado viernes mirando ya a este partido, pero sobre todo dejando claro que el vestuario había cerrado filas tras el affaire del Eldense con Dani Ponz. «Sí, porque además tengo que marcar». A los diez minutos de reloj exactos el Fondo Oeste se desmadejaba en torno al «siu» marca de la casa del ariete búlgaro celebrando el primero de los tres tantos que le hizo al CE Sabadell. El primer de los tres goles no fue el de más bella factura del ha-trick, pero sí el que impulsó la goleada. El tanto vino de un punterazo a quemarropa en una jugada en la que Mario Losada abrió la acción de manera espléndida, con una apertura hacia la banda izquierda de Planas y en la que luego le regaló el 1-0 a su compañero en la punta de ataque con un remate en semifallo.

La primera mitad no tuvo mucho más que eso. Por eso la ovación con la que despidió el Reina Sofía a su equipo tuvo menos eco que la que le había tributado a Dani Ponz cuando desde la megafonía se dijo su nombre. Puede que el clima tan cambiante y desapacible que obligó a encender las cuatro torretas del campo de La Vega a las 16:35 horas –más pronto que nunca esta temporada- también contribuyera a la frialdad al pitar Figueiredo Comesaña la conclusión del primer tiempo; puede que también la lesión de Villar ayudara (se retiró visiblemente dolorido y enjuagándose el rostro con la camiseta tras haber llorado de dolor). Lo más celebrado (quitando el gol) del primer tiempo fue una presión asfixiante, ya con el marcador a favor, que tejieron entre Planas, Losada, Slavy y Álvaro Gómez que escaló a la par que retrocedía el balón camino de la portería de Ortolá. El «bu» del Fondo Oeste sonó atronador cuando el portero tocó el balón con los pies; como el «uy» cuando le sacó con una buena mano izquierda un derechazo raso y comprometido de Planas que tuvo su veneno por la película de agua que dejó sobre el césped un remolino tormentoso previo.

Las palmas de los 2.897 espectadores con la que se abrieron la segunda mitad sonaron a espaldarazo a por una victoria, que por encima de todos los condicionantes, resulta clave en la pelea por acabar metiéndose finalmente en la próxima edición de la Copa del Rey. El triunfo rubricado frente al CE Sabadell por el propio Slavy tres minutos después de haberse reanudado el choque en una acción de listo culminada con un cañonazo zurdo en la frontal del área chica de Ortolá, deja en un punto la distancia entre el conjunto blanquinegro y el Arenteiro, que este domingo juega en Riazor frente al Deportivo de La Coruña con el preparador de guardametas como portero titular, en situación tan inédita como llamativa.

El CE Sabadell de Óscar Cano, que había dicho poco más que era un equipo ordenadito sin balón y con cierto peligro a balón parado, se descompuso tras el segundo tanto por completo. Y así, Slavy pudo completar su partido más redondo desde que es jugador blanquinegro con un hat-trick a los 59 minutos. Ahora con un gran testarazo a centro de Álvaro Gómez, que había estado atentísimo para ganarle la partida a Toni Herrero en el cara a cara previo al centro. «¡Slavy, quédate!», le acabó cantando con razón la gente al ariete búlgaro que este sábado se ha aupado al top 5 de máximos goleadores del Grupo 1 de Primera Federación con 11 tantos con los minutos contados.

Pero el choque no murió en el hat-trick del búlgaro. De hecho, el resultado fue más amplio gracias a un cuarto tanto obra de Rastrojo que se impuso en otro mano a mano a Ortolá. De este modo, con 4-0, se cerró la segunda goleada en casa de Unionistas tras la cosechada hace dos fines de semana en este mismo escenario ante el Barça B.

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