Rubén Andrés: «No vamos a hacer experimentos, queremos que la gente que venga funcione desde el día uno»

A Rubén Andrés (37 años) le llega su segundo turno de palabra, como director deportivo de Unionistas. El club, por cómo se ha desarrollado la primera vuelta (a falta de dos encuentros para completarse, ante el Barcelona B el próximo 3 de enero y ante el Rayo Majadahonda diez días después), acudirá al mercado con las líneas maestras bien marcadas: «Hay que apretar bastante para mejorar los números. Es una pena la producción ofensiva, la efectividad... Es verdad que al equipo también le hacen pocas ocasiones, pero a nivel de goles en contra seríamos un equipo que podríamos estar cerca del playoff de ascenso. Tenemos un hándicap, un déficit que ojalá se pueda solucionar», dejó dicho tras cerrar el tramo 2023 de la temporada ante el Teruel el pasado día 16 Dani Ponz.

Los números lo pueden todo y es una evidencia que el equipo tiene un déficit en ataque. En arreglar ese problema se va a centrar el mercado, ¿no?

—Totalmente. Si repasamos cómo está el equipo a día de hoy, atrás somos un equipo sólido, tanto en portería como en la línea de zagueros. Y salvo una lesión de gravedad o un imprevisto, no tenemos pensado reforzar esa parcela. Nuestro déficit está en el área contraria. Nos falta efectividad, porque analizando los partidos fríamente, ves que el equipo produce ocasiones, pero no las sabe materializar. Salvo el choque contra el Sabadell, en todos los partidos hemos tenido ocasiones para haberlos sacado adelante. No olemos la sangre.

El entrenador le rebotó una pregunta en su última comparecencia pública. ¿Lo que demanda el equipo es un '9', un delantero de área?

—Nos falta un delantero o nos falta un extremo. Está claro que lo que nos falta es efectividad, como decía, que ahí no estamos haciendo las cosas bien. Y para ello vamos a buscar el gol, ya sea a través de un extremo desequilibrante o de un delantero puro y duro. O las dos cosas.

Vamos, que está mirando las dos cosas; y las dos cosas es fácil que acaben llegando.

—Sí, la intención es que sí. La idea es la del extremo, y la del delantero.

Estamos hablando de dos refuerzos, luego es verdad que el mercado le llevara uno arriba o abajo, pero lo que está claro es que no va a haber una revolución, ¿no?

—No, no, no. No hay números para hacer una revolución en ataque, hay cosas que se están haciendo mal y otras que bien. Pero, como dices, el mercado te acaba guiando. No nos vamos a cerrar a nada, buscamos dos jugadores que realmente mejoren lo que hay.

¿Cuánta prisa le corre a usted, al técnico y al club tener cerrados los refuerzos?

—El mercado nos lo vamos a tomar con tranquilidad, las prisas nunca son buenas compañeras.

No podemos dejar pasar por alto una cuestión, dentro del mercado lo que más vale siempre es el gol. ¿Con qué garantías acude Unionistas a buscarlo?

—El gol vale dinero, efectivamente; y muchas veces teniéndolo no llegas a encontrarlo. Hay veces que un jugador contrastado no te da el rendimiento y otro, por determinadas circunstancias que en otro lugar no rinde, aquí se ceba a marcar. Económicamente haber llegado a esta ronda en la Copa del Rey nos ha venido muy bien para el mercado. Nos da un punto más. Evidentemente eso no nos saca de ser un club muy humilde que se enfrenta en el mercado a los transatlánticos que todos sabemos, pero vamos a poder hacer un pequeño esfuerzo por ese jugador, si de verdad nos merece la pena.

En su presentación como director deportivo no le dolió marcar las cartas y ya apuntó que su perfil de fichajes iba a ser el de jugadores que merecían ascender de categoría o jugadores que podían dar impulso a su carrera. ¿En este mercado la cosa cambia?

—Claro, el mercado de verano es más largo y todos empezamos de cero. Por nuestras características como club sabíamos cuál debía de ser nuestra manera de movernos para dar forma a la plantilla, esperando las oportunidades que te pueden salir de jugadores con pretensiones más altas.

Entonces, ¿cuál es el perfil que tendrá el nuevo o los nuevos jugadores de Unionistas?

—El principal es el de funcionar desde el día uno. No van a ser experimentos. Sabéis que estamos peinando el mercado en Portugal y Francia, pero ese no va a ser ahora nuestro mercado. Ese es más a futuro.

En resumen, que el mercado de invierno es más difícil que el de verano.

—Es muy difícil. Primero porque hay menos jugadores, y segundo porque tienes que centrarte en jugadores que no juegan, pero que tengan ese ritmo competitivo de, al menos, estar entrenando. Porque pueden surgir oportunidades a priori muy buenas, pero no están en forma. Eso no nos vale. También hay jugadores que sufren impagos, a los que podríamos acceder.

Hemos hablado mucho de llegadas, ¿esperan que alguien les pida salir?

—En principio no son esas las noticas que tenemos, pero evidentemente es una circustancia que se puede dar. Tenemos dos fichas libres, pero siempre que hay entradas suele haber salidas.

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