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El regusto que dejan los 46 minutos que Pablo García lleva como unionista son sabrosísimos. Sus dos goles en León y su palo en la recta final del encuentro del pasado domingo frente a la SD Ponferradina le han aupado a un pedestal en el Reina Sofía. De hecho, la ovación con la que el estadio de La Vega en el momento en el que sustituyó a Dani García fue reveladora.
¿Le habían aplaudido tanto y tan fuerte como en su estreno en el Reina Sofía el pasado domingo?
—La verdad que el ambiente me pareció espectacular. Cómo decir, es futbolero, acogedor, se disfruta y te motiva. La ovación la sentí muy dentro, aunque luego a nivel personal tengo una sensación agridulce porque estrellé ese balón en el palo que pudo dar el triunfo. Dicho esto, la verdad que se agradece que la gente se acuerde de ti, eso significa que lo que haces llega. Sentirte querido es importante.
Lleva una derrota y un empate. Si sigue la secuencia este domingo tiene que llegar la victoria, que sería la primera lejos del Reina Sofía.
—Esa lógica me gusta. Aunque para ello lo que tenemos que hacer es un buen partido.
Le hablaba de que lejos de casa el equipo no ha dado con el quid. Como lleva poco tiempo, ¿ve bloqueo mental?
—Sólo he podido disfrutar el partido de la Cultural. Y la verdad es que no hicimos buen partido, los arranques de las dos partes nos condicionaron mucho. Pero más que bloqueo lo que vi es que cuando encendimos la artillería pudimos hasta empatarlo.
Javier Rey, entrenador de la SD Ponferradina, también ve que ustedes tienen esa artillería en el vestuario. De hecho, les puso a pelear por el playoff.
—Se agradece cuando los rivales hablan bien de uno, es señal de que hacemos cosas muy bien. Pero, lo que hablábamos, nos está penalizando hasta ahora lo que hacemos fuera de casa. Si cambiamos eso, nos espera algo bonito. Pero lo dije en la presentación y creo firmemente en ello: nos tenemos que centrar en el primer paso antes de ir a por el dos.
Decía Chuca la semana pasada que el periodo de adaptación en Unionistas no existe. En su caso es así. Llegar y besar el santo.
—Totalmente, desde primera hora me he sentido como en casa. Desde que me llamó Rubén, pasando por el míster y llegando a los compañeros.
Como conoce ya a sus compañeros bastante, ¿ve grupo para pelear por algo más que el paso uno que decía antes?
—Pienso que hay muy buen grupo, familiar. Aquí vamos todos a una. No conocía mucho a mis compañeros y veo que tenemos un muy buen equipo. Creo, sin duda, que voy y vamos disfrutar.
¿Qué jugador le ha llamado más la atención?
—Chuca, porque al final llegamos los dos a la vez... Pero también Jonny Arriba. Hay gente para que nos pasen cosas bonitas.
¿Pese marcar dos goles el día de su presentación? Es un punto de partida en el que le van a comparar...
—Es una buena presentación, ¿no? Yo es verdad que miro mucho a portería y me gusta hacer goles, pero más aportar, si ganamos me voy más contento que si marco y no sirve para nada. Yo soy un jugador al que le gusta jugar en el frente de ataque, no soy ese delantero tan de área, siempre me han dicho que era un 'ratoncillo' y es verdad que lo soy.
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