Miguel Hernández, presidente de la Delegación salmantina, en su despacho de la plaza de Barcelona donde Competición dictó la sentencia.

Máximo castigo para el exentrenador de Unionistas cadete

Competición le impondrá la pena más dura al técnico que golpeó presuntamente en la frente al árbitro: un año. La RFCyLF da una semana para alegar y hasta entonces su ficha quedará suspendida

Jaime García

Salamanca

Miércoles, 15 de enero 2025, 07:00

La Real Federación de Castilla y León de Fútbol (RFCyLF), la Delegación de Salamanca y el Comité de Árbitros había dejado claro que la respuesta al último hecho violento, sucedido el pasado sábado en el campo anexo al Reina Sofía, recibiría una sanción severa con el objetivo de «poner fin» a la escalada de violencia. Y así ha sido.

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Roberto Lozano, Juez de Competición, impuso el castigo más severo de la última década en la Delegación de fútbol local: un año completo —es decir, hasta febrero del 2026—sin poder dirigir.

La sanción se ampara, según ha podido saber este diario, en el artículo 39 del Código Disciplinario de la Federación: «Incurrirá en suspensión de seis meses a un año la agresión a un colegiado principal, árbitro asistente, directivos o autoridades deportivas, siempre que la acción fuera única y no originase ninguna consecuencia dañosa». Este punto tercero del citado artículo es el que mejor se ha ajustado al caso del extécnico cadete de Unionistas, ya que el colegiado no necesitó de asistencia sanitaria, tal y como reflejó el propio trencilla de 20 años de edad en el acta del encuentro, donde señala que —presuntamente— el golpe recibido fue en la frente sin que le causara daño alguno.

Cabe recordar, que, en el relato de los hechos, el colegiado rememoró que tuvo que llamar al 091 ya dentro de vestuarios debido a que sentía «miedo» y pensaba que su integridad física «corría peligro». Fue este el motivo que propició la llegada de las patrullas de Policía Nacional y Local al recinto deportivo, donde tomaron declaración de lo ocurrido sin que se presentara entonces denuncia.

La sanción, que se hará pública en las próximas horas, eso sí, no es definitiva. Por puro procedimiento legal. A partir de que vea la luz se abre un plazo de siete días en el que todas las partes implicadas en los bochornosos incidentes del partido de la Segunda cadete —técnico, pero también árbitro, Unionistas y Béjar— pueden hacer matizaciones a la 'sentencia' dictada en la tarde de ayer por Competición. Cumplido este periodo legal (y a la espera de posibles revisiones de la pena) es cuando quedará fijada la sanción definitiva.

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Hasta que la sanción sea efectiva, la licencia del entrenador quedará suspendida, por lo que no podrá sentarse en ningún banquillo como manera preventiva, tal y como establece la legislación vigente.

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