El jugador que tiene enmarcado en su habitación el gol de Unionistas al Real Madrid: «Pasa una vez entre un millón»

Álvaro Romero (28 años, Sevilla) quedó inmortalizado en la historia de Unionistas con su golazo al Real Madrid —noche del 22 de enero del 2020—. Este domingo los caminos de club y jugador se cruzan en el estadio Ruta de la Plata por cuarta vez, la primera desde su paso por la Segunda División de la mano del Tenerife.

¿Ese gol sigue siendo el mejor de su carrera?

—Pero por supuesto. Es un gol que nadie más lo va a poder vivir así en Unionistas, entre otras cosas porque ya no se juega en Las Pistas. Yo lo tengo muy claro, solo los máquinas del fútbol le hacen goles al Real Madrid y para el resto de jugadores es que te toque la lotería. Y a mí me tocó.

¿Recuerda la jugada?

—No es que la recuerde, es que todos los días me viene a la cabeza porque las fotos de ese día las tengo colgadas en mi cuarto. Es un gol que me va a acompañar de por vida y hasta que la memoria me alcance.

Antes de clavarle por la misma escuadra el tanto a Areola, dejó por los suelos (literalmente) a Militao y clavados en la frontal del área a Nacho y Carvajal. Casi nada, viendo lo que han ganado después.

—Pues mira, es algo que no deja de ser anecdótico, porque pasa una vez entre un millón, y sin embargo los colegas cuando han llegado títulos importantes del Real Madrid o de la selección me lo han recordado: tú a ese...

Ese Romero tenía 23 años y también ha tenido mucho camino recorrido: fase de ascenso a Segunda, fichaje por el Tenerife, dos lesiones graves y vuelta a Primera RFEF.

—Se dice rápido, pero han sido cinco temporadas, que en la vida de un futbolista es muchísimo. A toro pasado, me cuesta todavía pensar en las lesiones. Son dos en dos años, que es mala fortuna. Por eso ahora estoy con muchas ganas de no perderme nada y poder jugar lo máximo posible y aportar.

¿Cuesta digerir que su fútbol le llevó al fútbol profesional y que no ha podido demostrarlo por las lesiones?

—Es algo a lo que le he dado muchas vueltas; y en la segunda lesión llegué a una conclusión que me ha ayudado mucho: o te lamentas o, hablando mal, le echas huevos. Yo opté por lo segundo, afortunadamente soy fuerte de mente y ahora veo que esa fue la mejor opción, la de coger el toro por los cuernos y decir voy a volver las veces que hagan falta. Y aquí estamos, en Zamora, que es el club que confío en mí aún sabiendo de dónde vengo. Ojalá las puertas de la Segunda se me vuelvan a abrir, y que sea con este club.

¿Es una declaración de amor?

—No, es la verdad. No voy a negar que tuve otras ofertas, pero este club desde el minuto 1 que se interesa por mí me dio esa confianza, asumía que venía sin rodaje y me ofreció todo el tiempo del mundo para adaptarme porque venía de dos años sin jugar. Cómo no le voy a querer lo mejor.

Zamora está a 66 kilómetros de Salamanca, la ciudad donde marcó ese gol del que antes hablábamos. ¿El roce hace el cariño?

—El roce con Salamanca no lo he perdido nunca desde que me fui, porque entre otras cosas mi pareja y su familia son de ahí... He visitado frecuentemente la ciudad y, luego, no le he perdido la pista a Unionistas nunca. Si la pregunta va por un posible retorno, te tengo que decir que el fútbol puede pasar de todo y que soy un jugador que me gusta llevarse bien con todo el mundo, y Unionistas no es una excepción. Así que, por qué no.

Han pasado cinco años, y salvo esas pinceladas de cuando jugaba en el Algeciras y se midió a Unionistas (nunca ganó a su ex club), puede que parte de la afición le haya perdido la pista, ¿qué jugador se va a encontrar el domingo?

—Los que saben dicen que la experiencia en el fútbol es un grado. Yo, en mi caso, puedo decir que sé interpretar mejor el juego, y que con el tema de las lesiones estoy en ese punto de volver a coger ese tono físico que siempre me ha acompañado. Creo que estoy más cerca de volver a ese nivel.

¿Y usted que sabe del actual Unionistas?

—Pues lo estuve viendo el domingo pasado en directo. No me sorprendió encontrarme lo que vi, un equipo intenso, que va siempre a la lucha. También sé que fuera de casa no están teniendo suerte, pero las rachas se acaban... Esperemos que siga una semana más y luego ya que les vengan los resultados de cara.

En el Ruta de la Plata jugará como si fuera el Reina por el desplazamiento previsto de afición...

—Unionistas tiene la suerte de tener esa afición que históricamente siempre les ha llevado en volandas. Son el jugador número doce y sin lugar a dudas los que estamos en el campo lo notamos.

Y 'su' Zamora, ¿qué?

—Pues físicamente creo que estamos en un punto muy bueno de la temporada, y eso a las alturas a las que estamos es un valor añadido. Luego, como equipo, tenemos las cosas claras. Somos un conjunto vertical y atrevido. Creo que vamos a ver un partido muy bonito no solo en la grada como decíamos, sino también dentro del terreno de juego.

¿Lo ve como una última llamada para pelear por el playoff para ambos?

—La Liga está apretadísima. Y sí, un triunfo en este partido puede eliminar a un rival directo en esa pelea.

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