Frenazo en seco de Unionistas tras caer con claridad en casa ante el Celta B (0-2)

El partido en sí no empezó hasta el minuto 9, cuando desde el Fondo Oeste se desplegaron dos pequeñas pancartas. Una era vertical, y en ella aparecía Dani Ponz incrustado sobre el cuerpo de un San Pancracio. Al ladito, en formato horizontal, se desplegó la leyenda «creemos». Y, vista la jornada, como para no. Fue una pena el 0-1 final, porque el Arenteiro había caído a primera hora de la tarde con el Nástic en casa, mientras que la Cultural no había pasado minutos antes del empate frente a la SD Tarazona. «Dani Ponz, Dani Ponz» levantó la grada el ánimo al partido. Unionistas lo intentaba lanzando balones diagonales sobre Álvaro Gómez sin éxito, mientras que el once del Celta Fortuna peleaba más contra el frío de marzo que con el partido. Le costó un cuarto de hora largo entrar en calor. Y lo hizo del todo cuando Dani se tuvo que marchar del campo por un corte en la mano derecha tras chocar con una valla de publicidad. Entró Durán en su lugar y el equipo lo agradeció de todas, todas. Hugo Álvarez empezó a enredar por la banda izquierda. Raúl Blanco por zonas interiores. Unionistas ya no centraba ni mandaba balones largos, se replegaba sobre la frontal con una línea de cinco jugadores apostada sobre la frontal, mientras Tur y Villar hacían kilómetros a destajo.

A Unionistas se le iban acabando los argumentos para robarle el balón al equipo de Claudio Giráldez. De hecho, la única vía por la que llegó a la meta de Ruly, curiosamente de manera más clara que durante el primer cuarto de hora de encuentro, cuando los de Ponz tuvieron el balón en su poder. Serrano lo intentó tras acomodarse un balón suelto en la frontal con dos toques, pero el chutazo perdió todo el veneno que se intuía tenía al pasar por encima de uno de los charcos que la nieve había dejado horas antes en el campo. La segunda ocasión local fue un calco: a Mario Losada se le apareció un balón sin dueño y el ariete madrileño se sacó un latigazo diestro que acabó en la grada visitante, pero que buscaba sin disimulo la escuadra. Ninguna de estas dos acciones fue tan clara como la que desbarató Cacharrón al filo del descanso en dos tiempos. El tirazo desde tres cuartos de campo de Raúl González tenía hechuras de gol.

La que le hizo a Hugo Álvarez nada más arrancar la segunda mitad tuvo la misma envergadura, sin embargo, acabó siendo estéril porque en el punto y seguido de la jugada, que fue un córner, el balón acabó en su red tras un remate mordido de Raúl Blanco que tropezó en Erik Ruiz. El tanto encajado fue un jarro de agua muy fría, más que la sensación térmica de bajo cero que hacía en el campo. El empuje de la grada y el cambio de Etxaniz, que estuvo a años luz del último encuentro que disputó en este escenario ante el Fuenlabrada, por Rastrojo no dieron el resultado deseado. La entrada al campo de Planas y de Teijera quedó en nada porque Durán hizo el segundo tanto del Celta Fortuna en una gran acción de trenza gallega.