Desde que Llácer cayó en el vestuario del Reina Sofía ha sido acordado por el resto de rivales que Unionistas tiene mucho peligro cuando la acción de la que se trata parte de la pelota parada.
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Si el pasado curso cerca del 40 % de los tantos blanquinegros llegaron por la vía de los córners, las faltas y los penaltis; esta temporada, donde la eficacia de cara a puerta se ha disparado (con récord de 20 encuentros marcando de manera consecutiva como local), el porcentaje cae sensiblemente, aunque no su relevancia a la hora de sumar puntos. De los 39 que suma a día de hoy el equipo dirigido por el preparador valenciano, 8 llegan directa mente con acciones nacidas de su pizarra. Es más, Unionistas es a día de hoy el equipo de la Liga que más remata las acciones a balón parado que se les presentan en los partidos.
Sin ir más lejos, esta última jornada, el triunfo acabó cayendo gracias a un córner botado estupendamente por Pau Martínez y que Mikel Serrano mandó al fondo de la red.
Tal y como se deletreó esa jugada, este pasado sábado. La acción favorita de estrategia de Unionistas, por cómo se resuelve dentro del terreno de juego, son los córners para mandar al fondo de la red de un testarazo. Así marcó Carlos de la Nava en el minuto 58 el segundo de los tantos de Unionistas frente al Bilbao Athletic, y en el minuto 55 del encuentro frente a la SD Ponferradina. También firma un gol de esta misma manera Imanol Baz, que firmó sobre la bocina (minuto 95) el tanto del empate ante el filial de la Real Sociedad.
Todos estos goles tienen en común que llegaron en el Reina Sofía; como el resto de acciones a balón parado, ya que los 7 tantos que hasta la fecha lleva anotados desde la pizarra Unionistas se han dado todos en su feudo.
Y llama la atención que los goles encajados de esta misma manera por Unionistas, que no son muchos (tan solo 3 en lo que va de temporada) llegaron jugando a domicilio. En Urritxe, Stadium Gal y Lasesarre. En este apartado, en el que Unionistas se defiende tan bien en las dos áreas, tan solo ha encajado dos goles en su contra y uno de falta lateral.
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El resto de goles en contra con la pelota parada (un total de 4) llegaron desde el punto de penalti, donde hay un claro desequilibrio entre los tantos marcados de esta manera (1) y los recibidos.
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