Una victoria que puede valer un Play Off (0-2)

Arrancaba el encuentro en una soleada tarde en Ponferrada, con el Salamanca de Chiapas muy bien posicionado y tranquilo ante las primeras acometidas del filial de la Esedé, sobre todo a base de balones en largo. Poco a poco los charros iban imponiendo su ley en la zona ancha, con un buen pase filtrado para la primera oportunidad clara en las botas de Javi Navas, en un mano a mano que era anulado por fuera de juego.

Contestaba el filial berciano con un disparo de Moussa que se marchaba fuera por poco en la primera oportunidad de la Ponferradina. Parecía que el encuentro se iba animando con un Javi Navas muy activo por el costado diestro, con peligrosos centros y al final anotando el cero a uno cuando se había rebasado la media hora de encuentro. El veterano jugador entró por el carril central, hizo una pared con Alvarito y tras avanzar unos metros enganchó un sensacional zambombazo desde la larga distancia, derechazo a 25 metros directo a la escuadra, imposible para Nikita Fedotov pese a la estirada del arquero. Un señor golazo.

Un cero a uno que hizo muchísimo daño a la joven plantilla berciana, por lo que el Salamanca aprovechó la tesitura y una acción de ataque de Alvarito la culminaba el punta con un perfecto remate al fondo de las mallas. Centro milimétrico de Navas y remate del ex de Guijuelo a la jaula en el segundo palo. En un pestañeo, poco más de dos minutos, se pasaba del cerocerisimo inicial a dos dianas de ventaja para un Salamanca que supo golpear al rival en el momento preciso. Y por duplicado. La tranquilidad del equipo en la defensa para frenar las acometidas del segundo equipo de la Deportiva, atenazado por las prisas, selló al descanso ese cero a dos.

Comenzaba el segundo periodo con un decorado perfecto para los salmantinos. Poveda entraba por un Gustavo poco cómodo en el lateral y con el lastre de una cartulina amarilla. El equipo estaba cómodo, tocaba bien y llegaba ante Nikita, con una primera oportunidad tras un rechace que Padilla enviaba por encima del larguero con todo a su favor.

El equipo estaba cómodo, tocaba bien la pelota y llegaba al marco adversario como en un disparo de Amaro en carrera que se marchaba muy desviado. El equipo se defendía con orden y no dejaba que los ataques de la Deportiva cuajasen ni siquiera en ocasiones claras de gol, muy bien vigilados los delanteros blanquiazules.

Balones bombeados y en largo eran la única receta del filial berciano para tratar de acercarse a los dominios de un Jon Villanueva muy bien arropado. Mauro Molina era la referencia de los locales, mientras Durán, muy brillante su ejecutoria, debía irse tocado del terreno de juego. Antes, el técnico local Rubén Vega había buscado la reacción con un cuádruple cambio, nada menos, pero de poco le serviría al entrenador de los locales.

En los compases finales apretaba la Ponferradina B y el Salamanca se veía obligado a realizar alguna falta ciertamente fuerte, con un par de tarjetas al zurrón visitante. Eso sí, el que se iba al vestuario con dos amarillas era el local Juan Klein ya prácticamente en el añadido. La sobriedad defensiva salmantina hizo el resto hasta el silbato final del colegiado, el equipo del ausente Jehu Chiapas hizo los deberes y rompió su mala racha de las últimas cuatro semanas venciendo y convenciendo, y las eliminatorias de ascenso están mucho más cerca.