Souley celebra el gol de Javi Navas este pasado domingo en el San Casto. LAYA

Souley vuelve a sonreír: «Lo he pasado muy mal»

«Le he dado muchas vueltas a la lesión de Espi... entreno y juego así, no soy agresivo», se confiesa el defensa albinegro

Iván Ramajo

Salamanca

Martes, 29 de agosto 2023, 11:13

A Souleymane Gassama (24 años, Malí) el gol de Javi Navas (casi) sobre la bocina para mandar al Salamanca UDS a la final regional de la Copa RFEF le provocó una explosión interior fuera de lo común —por encima, incluso, del ¡gool! volcánico que le salió de las entrañas a la grada del San Casto—. El defensa albinegro se pegó una carrera de 70 metros para abrazar a su compañero; y, luego, ambos, posaron ante la cámara de Laya con los brazos cruzados y una sonrisa radiante. Que fue un «aquí estoy yo» en toda regla: «Es que fue una alegría grandísima para todos. Empezamos antes que nadie a entrenar para llegar, al menos, a estas alturas de torneo», se confiesa.

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Más allá del resultado deportivo, lo cierto es que la celebración traía escondido un punto de break personal. La pubalgia arrastrada del pasado curso le ha dado más 'guerra' de lo que pensaba —por eso no ha sido titular en ninguno de los choques de la primera fase de la Copa RFEF— y, cuando parecía que por fin hallaba la luz al final del túnel, la terrible lesión de Espi le acabó de mandar a la lona: «Ha sido todo muy jodido», dice sin paños calientes. «De verdad, poder jugar minutos y ver que aportas al equipo para lograr los objetivos me ha servido de mucho. Es un impulso moral para la parte final de la recuperación. Una alegría después de haberlo pasado mal todo este tiempo», dice. La sonrisa cicatrizaba las heridas interiores por la fractura de tibia y peroné del capitán del Atlético Bembibre: «Le he dado muchas vueltas a la acción. Pero ya está. Fue mala suerte, me lo habían dicho mis compañeros e incluso Espi, con el que he hablado varias veces estos días por llamada y WhatsApp. Agradezco que me haya ofrecido su perdón y me haya dado su punto de vista de la jugada: el ver que yo no fui a hacerle daño, que es un lance del fútbol, que los dos fuimos al choque y pudimos caer lesionado cualquiera de los dos... La verdad que esas palabras me han ayudado mucho a avanzar, porque todo el mundo sabe que esa es mi manera de jugar, que yo lo doy todo en el campo y en los entrenamientos... Llegar plantearte tu juego por una situación así es algo complicado. No creo que sea un jugador agresivo...», se confiesa.

Antes de que llegara la celebración del gol había sumado una 'piedrita' más en la mochila tras haber visto la amarilla nada más saltar al terreno de juego: «Tenía que contar la contra que nos trataban de hacer. No creo que los árbitros me hayan tomado la matrícula por lo que pasó. Confío en que no me pongan esa etiqueta. Lo decía antes: todo el mundo sabe que esta es mi manera de jugar y es legal; si me tienen que recriminar algo que sea porque tenga un reproche o algo hacia a ellos no por nada pasado ni por mi manera de entender el fútbol. Confío en ellos porque hasta ahora siempre ha sido así», asegura antes de tomar saliva y seguir hablando en futuro: «Pero, bueno, hay que pensar en positivo. Vamos a jugar contra el Numancia, que va a ser un partidazo y vamos a ver qué es lo que podemos hacer en la Copa. Luego, además, ya viene la Liga y tenemos muchas ganas de poder cumplir el objetivo de ascender. Yo quiero vivir esa alegría con nuestra afición, que es, sin duda, la mejor de la categoría», explica irradiando ambición por todos los poros de la piel: «Es que me he quedado para eso, yo he tenido ofertas de categorías superiores, pero para mí este club, esta ciudad y este estadio son parte de mi familia y por eso decidí que tenía que centrarme solo en el Salamanca. Ascender va a ser seguro una de las cosas más bonitas de mi carrera».

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