El Salamanca se lleva el derbi y acaba la primera vuelta en playoff (2-1)

Nueve minutos antes de que se abriera el derbi, por la megafonía del Helmántico sonaba a todo trapo Barricada, el grupo de rock navarro desaparecido hace ya once larguísimos años. Este debe ser uno de sus últimos bastiones; por los efectos abrasivos del reggeaton. Como tal, el equipo que viste «en blanco y negro» siguió su canción más icónica a pies juntillas. El Salamanca UDS, eso sí, alteró el orden de los factores de la letra de Enrique Villarreal, pues primero «echó a todo a perder», y luego ya se propuso demostrar «ser más rápido» que la UD Santa Marta para acabar llevándose un triunfo (2-1), clave para mantenerle el pulso de cabeza y acabar la primera vuelta de la competición en puestos de playoff.

Tuvo, eso sí, que correr como un condenado el equipo de Chiapas para lograrlo. Pues, por enésima vez esta temporada, se había empeñado en demostrar que la pizarra no es que no sea su fuerte, es que es su punto débil. Y más si, pese a tenerlos, se juega sin centrales. Total, que cuando el estadio acabó de coger color de derbi, el Salamanca UDS ya había cedido dos córners tontísimos. El conjunto de Alonso Fernández perdonó una vez, pero no dos. «Templadita», le gritaba a Chopi el técnico de punta a punta del estadio. El extremo diestro tormesino, pese al ruido ambiente, le leyó los labios a su técnico, y las costuras al Salamanca UDS. Rivas apareció libre de marca (que era de Amaro) en el segundo palo preparando el caldo de cultivo del tanto de su equipo. Quijano solo tuvo que fusilar a un Jon Villanueva vendido, tras un resbalón inoportuno de Javi Navas y un lío de padre y muy señor mío entre el resto de jugadores. Los once se pedían responsabilidades, mientras el Santa Marta celebraba el 0-1 por todo lo alto.

Pudo el equipo de Alonso Fernández haber dinamitado el derbi si de un saque de banda hubiera llegado el segundo tanto. Aunque lo que sí hizo fue sacarle otra vez los colores a la defensa blanquinegra, que no supo despejar el balón puesto a la olla por Villardón con las manos, y le regaló a Mito (pichichi del Grupo VIII de la Tercera Federación) un remate facilísimo que acabó en córner, de milagro.

A esas alturas de partido (minuto 23), el Salamanca UDS ya empezaba a dar síntomas de querer reaccionar. Cristeto había puesto un balón vertical, que Alvarito trató de rematar sin éxito, ya que Jorge estuvo atentísimo para salir a taparle la opción en los límites del área grande. Javi Navas, a la media hora, tuvo otra mucho más clara, en la que el meta tormesino volvió a salir con decisión. Y eso debió sorprender al atacante de las Navas del Marqués que mandó al segundo tramo de graderío del Fondo Norte su disparo. El falló levantó más pitos que el gol encajado; y eso le dolió en el alma a la plantilla blanquinegro, que empezó a trenzar fútbol en busca, primero, del empate. Y, tras ese 1-1, el triunfo.

Las tablas llegaron justo antes de que Íñigo Hernández pitara el final del primer tiempo, y después de haber enlazado diez minutos de ofensivas por los tres frentes del ataque. De hecho, antes de que Diego Benito clavara en la escuadra el penalti que le costó la roja a Quijano por mano dentro del área, Jorge había salvado el 1-1 con una espectacular intervención a remate del mediocentro madrileño.

Chiapas mantuvo el rock en el Helmántico con un doble cambio tras descanso. Caramelo y Galván al campo, por Jorge y Javi Navas. El equipo, que jugó toda la segunda parte en superioridad, lo agradeció. Las internadas por banda fueron mucho más claras y a un ritmo imposible de seguir para el Santa Marta. Así tuvo Galván el tanto del triunfo en el minuto 50, después de una gran acción de Fassani jugando de espaldas, pero sobre todo, así llegó el gol del triunfo de Alvarito. Caramelo desbordó con una finta al autor del gol visitante y a Tomi para dar después el pase de la muerta al ariete charrúa, que en semifallo mandó el balón al segundo palo donde aguardaba el jugador vallisoletano para resolver el choque.

Tuvo opciones luego el Salamanca UDS para haber sentenciado el encuentro, pero todas ellas las tiró por la borda. Las más claras, el penalti cometido por Tomi que Jorge le detuvo a Caramelo en otra parada de categoría a la hora de encuentro y un remate a puerta vacía de Alvarito a 9 minutos para el final.

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