Salamanca UDS
2
-
1
Júpiter Leonés
El tristísimo gris que ha estado posado sobre Salamanca toda la semana no desapareció hasta que se canceló la última de las procesiones. De inmediato el tiempo pulsó el botón de reset, como los móviles lo habían hecho de manera automática de madrugada para actualizar la nueva hora.
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Un viento gélido fue el encargado de llevarse el agua y devolver a rafágas el sol a Salamanca. El césped del Helmántico lo agradeció más que el propio nade, pero sobre todo que el propio equipo que hace ya un tiempo que ha resucitado a base de bien, y que juega cómo y dónde sea; incluso, en el caso de este domingo, como el mismo día. El caso es que en la primera jugada hilvanada que trenzó el Salamanca le demostró al Júpiter que tiene la suerte de cara desde que llegó este 2024 y que sigue empeñado en coger el primer puesto que es desde hace tantísimas jornadas propiedad del Real Ávila. Por mucho que las matemáticas sean, jornada tras jornada, cada vez más difíciles.
El caso es que el filial de la Cultural Leonesa había monopolizado el balón los 180 primeros segundos de partido hasta que Cristeto (quién si no) se hartó y puso tierra de por medio con una recuperación de carácter en el centro del campo. Metió la pierna rígida y nada más notar la superficie del balón, la jugó hacia adelante con destino a Alvarito. La movilidad de Navas acabó de hacer el resto. El ahora reconvertido en delantero centro cayó hacia la banda izquierda para correrla, como lo que es, un extremo puro. El centro tuvo tanto mimo como precisión; la ruleta que tuvo que hacer Fassani para que el balón superara su línea tuvo bastante más tosquedad, pero fue igual de efectiva, porque Gustavo había roto a su marcador y se encontraba solo para superar a Diego de un disparo diestro cruzado; y a placer. Y así fue.
El gol, el 1-0, no le cambió nada la cara al partido; el Júpiter Leonés, ahora con el marcador en contra, volvió a demandar la posesión. El Salamanca no se vio comprometido por correr detrás del balón. Lo más que sufrió Jon Villanueva en todo el primero tiempo fueron dos disparos por encima del travesaño sin ajuste. Dos cortes de Mati dentro del área tuvieron más compromiso para la zaga albinegra que esos lanzamientos. Así pasaron 27 largos minutos, hasta que el equipo de Chiapas dio un paso hacia adelante y tan solo con eso volvió a amenazar la portería de Diego. Primero con una acción por banda de Gustavo que acabó en córner; a renglón seguido con un cabezazo de Mati a quemarropa que el meta del filial del Reino de León sacó de manera sensacional; muy parecida a aquella de Ter Stegen en Múnich cuando Luis Enrique era todavía técnico del FC Barcelona. Los centrales todavía le estaban chocando las manos al portero por la intervención cuando Alvarito volvió a la carga en el área; como todo el mundo andaba descolocado sacó un penalti de la nada, que Diego Benito mandó sin complicarse la vida al fondo de la red.
El 2-0 no durmió el partido. Simplemente al Salamanca UDS que dio vida al Júpiter con un penalti innecesario de Amaro, que Jon Villanueva estuvo a punto de pararle a Villa; pero, no. El runrún hacía un rato que se había instalado en el Helmántico. El gol en contra recuperó el empaque perdido. Y solo con eso se cerró un triunfo premiado con el empate abulense que deja ahora a 5 puntos el liderato, en diciembre la distancia llegó a estar en 11.
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