¿Qué pueden hacer los abonados del Salamanca UDS si no se reabre el Helmántico?

La afición del Salamanca navega esta semana sin Liga entra la tristeza y los golpes de humor por la situación que atraviesa el club. No por lo deportivo (aunque también) sino, y sobre todo, por la deriva institucional, como ya dejó dicho en la encuesta que llevó a cabo este mismo diario hace una semana.

Pero, ante la inacción mostrada (tal y como se asegura desde el ayuntamiento de Villares) para devolver a la normalidad al estadio, ¿el abonado qué puede hacer? Pues bien, hasta que el club no mueva ficha —no caben más opciones que pagar la comunicación ambiental y presentarle los contratos con «solvencia de pago» a Ventura Recio o, por el contrario, solicitar un nuevo campo en el que jugar sus partidos a partir del fin de semana del 6 y 7 de enero— poco más pueden hacer que esperar. Quejas por redes sociales, trasladar su preocupación de manera directa al club... y muy poquito más.

Otra cosa bien distinta será cuando la situación detone para bien o para mal. En el primer supuesto la respuesta que parece cantada es hacer mostrar su descontento en el campo, como ya sucedió el pasado domingo (hubo un momento de alta tensión entre aficionados de Fondo Sur y empleados del mismo, que acabó con la Guardia Civil teniendo que poner paz). En el segundo, la cosa se pone peliaguda. Según han indicado las asociaciones de consumidores consultadas por este diario, si alguno de los partidos no se juega en el Helmántico, los abonados podrían solicitar la devolución de sus abonos: «El abono del fútbol es una relación de consumo normal entre dos partes y cuando se produce la no prestación del servicio, lo que procede es el reintegro de la cantidad que se ha pagado al no poder prestarse el servicio», aseguran desde OCU. «Si fueran socios la relación entre partes sería diferente». En este sentido, la relación contractual del abono obliga a que los choques se jueguen en el Helmántico (así se especifica en el carné con la ubicación, que incluye sector, puerta y asiento), por lo que el cambio de sede por «negligencia del club» sería un «incumplimiento». Además de que por el número de abonados (5.909) no se encontraría un campo en la provincia que pueda acoger al total de la masa social.