Galván y Cristeto le dan al Salamanca UDS su primer triunfo

«Hola, hola!» seguirá siendo (ya sin la voz de Pepe Domingo Castaño, que elevó el doble saludo a categoría de leyenda) el pitido inicial a cualquier tarde de fútbol. Bueno, no de cualquiera, sino del de elite. Su saludo, como aparecer en la Quiniela, eran (y son) el mejor termómetro del estado de salud del fútbol en cualquier lugar de España. Su «¡Hola, hola!» sincronizado con el Helmántico para un partido de Liga suena a crepuscular. Tanto, como que hace más de 13 años que no coincidían; desde los tiempos de la Unión. De un 4 de junio del 2011 para decir adiós a Segunda hasta dios sabe cuándo, para ser más concretos. Y tan apagada estaba ya la estrella de la UDS que su último «¡hay gol en Salamanca!» lo marcó el Numancia...

Del actual morador ya nunca dará cuenta. Eso no impidió que el Helmántico le dijera «¡Hola, hola!» —tal que así— ayer a la Liga. Atacando, para empezar, sobre la portería del Fondo Sur, por decisión del filial del Mirandés. Los pitos, por eso de que ahí hay que atacar en las segundas partes, se olvidaron en un visto y no visto. En cuanto Cristeto se sacó un zapatazo raso desde la frontal que obligó a Iago a realizar la primera de las cinco paradas de mérito que realizó en todo el primer periodo (minuto 3). De todos ellas, sobresalió la que le firmó a Martín Galván a lanzamiento de falta desde el mismo lugar (minuto 34) desde donde decidió el primer derbi de la historia frente a Unionistas. No le sobró nada a la estirada. Que fue un verdadero paradón.

Entre una ocasión y otra, el Salamanca apuntó mucho, disparó más (tuvo otra Galván a la salida de un córner, una más Caramelo en acción personal y un remate final a quemarropa de Diego Benito, a centro de Javi Navas en su única aparición por la banda, que no encontró portería) y le falto continuidad a un juego que cuando coja más cuerpo y esa chispita de velocidad de tenerlo sabido de memoria resultará muy difícil de defender a los rivales. No sólo por ser deletreado de primeras en un tic-tac de reloj suizo sabrosísimo; sino porque por los costados, además, se tienen los recursos de la verticalidad y la profundidad. No se puede decir que el equipo no aprovecha los 65 metros de ancho del Helmántico de cabo a rabo en esos dos tramitos de lucidez de diez minutos cada uno. Es que el Mirandés, en esos momentos, ni la olió. Se replegó sobre la frontal como buenamente pudo y a rezar que no cayera el gol. Y eso, exactamente fue lo que sucedió, y lo que llevó el encuentro vivo al descanso.

No cambió mucho el filial del Mirandés B su discurso en la segunda mitad. Si es verdad que se acercó algo más a la meta de Villanueva; pero nada claro de verdad. Si el partido llegó a la recta final sin decantarse fue porque Iago, de nuevo, estuvo sensacional en la segunda mitad. La parada que le hizo a Cristeto fue tremenda (minuto 70): la estirada felina para llegar a la cepa de su poste derecho y sacarle in extremis el remate a Cristeto fue soberbia. Y también porque si no era él, aparecía el palo (como a Diego Benito nada más arrancar el segundo tiempo en una acción de trenza preciosa del '6', en la que Navas, dejando pasar por debajo de las piernas el balón, firmó una asistencia magni fíca)... No fue hasta el remate número 13 del choque cuando, por fin, el Salamanca encontró el premio merecido del gol. Obra de Cristeto, que le devolvió la de hacía tres minutos antes a Iago.

Abierta la caja de los truenos, el Salamanca UDS no se conformó y encontró el segundo tanto para cerrar definitivamente el choque (y sellar el triunfo, primero de la temporada) con un golazo de Martín Galván de falta directa que se coló por la misma escuadra de Iago. La estrella mexicana ajustó cuentas de la tremenda parada que le hizo en el primer tiempo, provocando por segundo choque seguido que la grada coreara su nombre. Y estallara una fiesta que ya no cesaría hasta el 94:14, en el que Juan Bustos dio por concluido el encuentro, con el grito de «que sí, que vamos a ascender».

La próxima jornada el Salamanca se medirá en la jornada 3 de Liga al Becerril, que suma una victoria y un empate en este inicio de Liga en el Grupo VIII de la Tercera Federación.

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