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Nada más acabar el choque frente al Real Ávila de hace hoy dos semanas en el Helmántico (que supuso la primera derrota en la Liga para el conjunto de Jehu Chiapas), la plantilla entonó el mea culpa: «Sabemos que...». Lo cierto es que el examen de conciencia hecho entonces quedará hoy visto para sentencia —para bien o para mal—». «Los dos próximos partidos son vitales», se apuntaron como penitencia en los vestuarios ubicados en los bajos de la grada de Preferencia del estadio Helmántico. La primera de las tareas era sacudirse las dudas en Los Barreros de Villaralbo; reto, conseguido con el 0-5. El segundo de ellos, dar la cara ante un rival que se prevé directo por el ascenso en la vuelta al estadio Helmántico. Y esa es la penitencia que tiene hoy que saldar el equipo de Chiapas, que no tiene más margen de error ante su afición esta temporada.
En busca de los tres puntos Chiapas le ha dado muchas vueltas al once; no sólo a los nombres, sino también a la disposición del equipo en el terreno de juego. Sobre todo, a cómo colocar los tres del centro del campo, si en paralelo, como hasta ahora, o con un jugador del tridente adelantado, haciendo las veces de media punta.
Las dudas del Cristo Atlético son mayores, más que nada porque llega todavía zozobrando del descenso de la Segunda a la Tercera Federación de la pasada temporada: solo ha sido capaz de sumar hasta la fecha 9 puntos. Pese a que es una de las grandes plantillas del Grupo VIII: en sus filas están viejos conocidos como Peli, Amis, Dieguito o Valentín.
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