En tan solo una vuelta de Liga (17 partidos) Martín Galván ha vuelto a demostrar que es capaz de darle la vuelta a la tortilla de su temporada. Del tenso encontronazo que vivió a la salida de vestuarios en el choque frente al Bergantiños de la ida, a marcharse ovacionado un partido antes de volvérselas a ver con el conjunto gallego.
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¿Qué ha pasado, qué ve que ha cambiado usted para que sea así?
—¿Qué ha cambiado? Creo que sobre todo ha sido la confianza. No es lo mismo estar con dudas o con otra serie de historias en la cabeza, que no. En estos momentos me da la razón lo que he venido haciendo toda la temporada, nunca dejé de trabajar ni de hacer las cosas que se me pedían; claro que he había días mejores que otros, pero la confianza ha sido la clave para que mi fútbol pueda fluir de otra forma, con esa tranquilidad mental que al final de cuentas tanto influye en el rendimiento.
¿Esa confianza de la que habla es la suya propia, la que le da el club o ambas cosas?
—Esa tranquilidad es general. Tanto mía como del club. Creo que en esta segunda vuelta se ha depositado mucha confianza en mí, se me ha sido claro: 'bueno, a ver cómo hacemos las cosas, si bien o mal...'. Noto esa responsabilidad, soy un jugador al que le gusta tomar las riendas de las situaciones dentro del campo y, a partir de ahí, es normal que en cualquier club o trabajo se exija.
¿Que su nombre sonara como una de las posibles salidas en enero fue el toque de atención que necesitaba?
—Por algo sonó, por algo salió... Son cosas que pueden pasar en cualquier trabajo. No gusta, porque al final tú piensas que haces las cosas bien y de repente ves que ese camino puede no servirte. Para mí, que mi nombre sonara para salir, fue un punto de inflexión a la hora dar un paso al frente. Yo lo único que vengo haciendo es trabajar, trabajar y trabajar. A partir de ahí se me dijo que se iba a depositar confianza en mí, y así está siendo.
4 Pichichi en Liga, junto a Caramelo y Juancho
Galván igualó el domingo a Caramelo y Juancho con 4 tantos en Liga. «Y soy, creo, el que mejor porcentaje de gol por minuto jugado», asegura.
La afición vuelve a confiar en usted...
—Sé que tenemos una relación de ida y vuelta. La entiendo, es nuestra historia, tanto la mía como la de la gente. No llega a ser de amor y odio, pero para que se me entienda. Sé que la gente exigente, pero también buena y cuando ven en el momento que estoy lo han sabido reconocer.
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Pero igual que le pitan son capaces de reconocerle, ya no un gol, sino ese repliegue defensivo frente al Guijuelo. Y eso solo pasa con jugadores contados.
—Eso es verdad. Es que yo no puedo hacer otra cosa que demostrar en el campo, y si la gente me lo reconoce es bienvenido. Que me encanta mil veces más que los jaleos o los pitos, te lo dije cuando me preguntaste por esto tiempo atrás: nunca es agradable que se trate así delante de tus hijos o tu familia. Pero esa historia quedó atrás.
Con todo lo dicho, ¿fue el del domingo su mejor partido del año?
—La verdad que estoy contento, obviamente. Primero por el resultado, segundo porque marqué, que siempre es importante, y tercero por la serie de partidos que, creo, vengo haciendo bien. Sabía que tarde o temprano mi trabajo se iba a reflejar en el campo. Para mi este partido ha sido muy importante.
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¿Vuelve a sentirse 'rey' del Helmántico o todavía le queda margen de mejora para llegar a su pico de rendimiento?
—Es un apodo que me gusta, cierto. Uno trabaja para eso, pero todos los compañeros son importantes y ayudan a que el equipo esté bien. Mi mejor versión todavía, creo, no ha llegado.
Habla de los compañeros, ¿tienen mejor plantilla ahora que a principio de curso?
—La diferencia principal que veo es que el equipo tiene diferentes capacidades, antes teníamos una cosa y ahora otras. No creo que lo de ahora sea mejor que lo de antes, solo que cambiamos con el objetivo de cumplir con lo marcado, que es pelear el ascenso.
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Habla con cariño de los de antes. ¿Cuánto de menos echa a Gustavo?
—Pues mucho, es mi amigo, que te voy a decir. Por desgracia el fútbol es así. Sé que le van a venir cosas buenas, se lo merece.
¿Dedicarle un ascenso será posible?
—Sí, claro que sí. Es una meta que tenemos en conjunto. Me encantaría estar en el playoff, disfrutarlo y sumar un segundo ascenso consecutivo.
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