Al ritmo de Diego, el Guijuelo doblega al Cayón (3-1)

El Municipal Luis Ramos vivía su primer partido en esta segunda vuelta del Grupo I de la Segunda Federación. El Guijuelo buscaba hacer bueno el punto cosechado en Langreo, y lo hizo gracias a un nombre propio, Diego González. El centrocampista del cuadro chacinero firmó los tres goles en la victoria por 3-1 sobre el Cayón. En un gran partido de los pupilos de Mario Sánchez, dónde en buena parte de los minutos mantuvieron una ventaja de dos goles en el electrónico y no pasaron excesivas complicaciones a lo largo del duelo. Tras la victoria, los guijuelenses siguen en puestos de fase de ascenso y logran los primeros tres puntos en casa en este segundo capítulo de la temporada.

El encuentro iniciaba con el conjunto local buscando hacer daño desde los primeros compases. Todavía, con ambos equipos analizando las flaquezas del rival y sin apenas acercamientos en las dos áreas, Diego González, en la que era la primera oportunidad del partido, se sacaba un señor zapatazo desde algo más de 30 metros para perforar la meta del cuadro cántabro. El Guijuelo abría el marcador antes de llegar a los diez primeros minutos de juego, un escenario perfecto. Y es que las severas acometidas sobre la puerta de Galnares, guardameta del Cayón, no cesaron en los siguientes minutos. Los chacineros encontraban una debilidad en el sistema rival, el balón parado. Tres minutos después de abrir el electrónico, en un córner botado por Alberto, el zaguero Asiel obligaba al portero rival a meter una dura mano para salvar el segundo, el Guijuelo quería finiquitarlo, y de nuevo, en un saque de esquina llegaría otra clara ocasión para los guijuelenses, esta vez, con Garban como protagonista. El extremo aprovechaba un cierto desconcierto de la zaga rival en un balón parado, sin embargo, la ocasión terminaba repelida por el palo.

El Cayón, desbordado, sólo podía achicar balones y esperar a que el buen momento de los chacineros pasase lo más rápido posible. Pero el dominio local era incansable. Antes de llegar a los primeros 20 minutos, la madera negaba el gol a Asiel Mateo tras un remate en un libre directo. El inicio del Guijuelo era para enmarcar, hasta tres ocasiones de peligro que, si no hubiese sido por la madera, habrían dejado zanjado el encuentro. Sobrepasado el primer ecuador de partido, los chacineros bajaban revoluciones y ello, traía las primeras oportunidades para el conjunto cántabro. Pero, Rabanillo sin excesivas complicaciones zanjaba la ocasión con una gran estirada. Y, cuando el Cayón parecía desquitarse de los miedos en su visita al Luis Ramos llegaría el segundo tanto de la tarde para el Guijuelo. En el carril derecho aparecía Montes para poner un centro de los que con poner la cabeza ya basta para saber que terminará dentro. Diego González cabeceaba el esférico para batir a Galnares y firmar el segundo de los tres goles en su cuenta personal.

Llegado al minuto 31 de partido, el marcador reflejaba una ventaja de dos goles para los de casa. Sin embargo, fruto de dicha ventaja, la zaga chacinera entregaba una clara ocasión al Cayón. La zaga enlazaba un pase con Rabanillo que dejaba el balón a pocos metros del área, pero, el guardameta del cuadro chacinero agrandaba su figura ante el disparo de Dani Salas para evitar el primero y salvar un mano a mano para recortar distancias en el marcador. Cuando ya parecía el encuentro destinado a marcharse al descanso con 2-0 en el electrónico, Carlos Cagigas, desde el flanco izquierdo, filtraba un balón raso al punto de penalti para que Dani Salas no perdonase y dejase aún más helado al graderío del Luis Ramos. Los cántabros recortaban diferencias y sacaban un gran botín después de firmar una primera parte en la que los primeros 20 minutos podrían haber decantado el devenir del partido.

Con el regreso de los protagonistas al tapete, la igualdad predominaba sobre el verde, sin embargo, la tarde tenía un nombre propio y era el de Diego González. El centrocampista del equipo guijuelense firmaba el hat trick y con ello, una nueva diferencia de dos goles a favor de los locales en el minuto 60 de juego. Diego no desaprovechaba un perfecto balón por parte de Juan Antonio dentro del área para poner el 3-1. Con el paso de los minutos, los cántabros vieron como sus aspiraciones iban empequeñeciéndose, ya que, en las escasas ocasiones que brindaba la zaga local siempre se encontraban con Rabanillo, un cerrojo en la puerta del Guijuelo. Los pupilos de Mario Sánchez controlaron su ventaja de dos goles hasta el final del partido y mantienen su candidatura a ocupar la zona de playoff.

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