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Sábado, 17 de abril 2021, 23:13
El Unionistas sumó su primer triunfo de la segunda fase de la temporada, tras imponerse de manera holgada al Valladolid Promesas por 3-1. El encuentro se le puso muy de cara a los charros sin llegar a la media hora de partido con los tantos de Carlos de la Nava y Montes. Después supo sufrir cuando el Promesas dio el paso adelante y recortó distancias con un gol de Benito; y con el choque in albis Mandi selló el triunfo previo penalti sobre Luis Acosta.
El primer cuarto de hora fue fulgurante. El Unionistas lo deletreó al ritmo de la primera parte de la temporada –la que le ha traído hasta aquí-; la presión asfixiante, la precisión y el pragmatismos en los pases camino de la puerta rival. Así es como a los 14 minutos de partido Carlos de la Nava adelantó al conjunto de Hernán Pérez. Cris Montes, primero, y Viana, a la postre, movieron el árbol por los dos costados; y el capitán albinegro apareció con el molde colocado para mandar el balón al fondo de la red de Gaizka.
Buena parte de culpa de que el Unionistas reverdeciera ese juego chispeante la tuvo la posición de Nespral cuando al equipo le tocaba replegar: se colocaba como ‘9’ y a pelear desde el segundo uno. Con ese puntal sobre el que tirar el resto de líneas, el Unionistas creció en el partido y se creyó merecedor de una ventaja más amplia. Lo logró diez minutos después, cuando Cris Montes, que para entonces ya tenía loco al lateral zurdo Vilarrasa, mandó un centro con veneno al corazón del área pequeña. Freitas no pudo hacer más que mandarlo al fondo de su propia portería: 2-0 y quedaba casi una hora de partido por delante.
El conjunto de Hernán Pérez quiso más y bien pudo haber hecho el 3-0 en un centro de Viana que Gaizka no supo atajar y que tuvo que cortar Vilarrasa a última hora, pues Nespral estaba con la caña ya preparado. Pero ahí no era. Ni tampoco en el córner posterior que le costó más que caro al Unionistas por su ímpetu de querer cerrar el partido con tanto tiempo de antelación. La contra que montó Benito tras repelir el centro inicial fue letal: Viana no pudo con él en el embroque y tampoco Serna, ya vendido.
El 2-1 cambió el guion del partido, pues el Valladolid Promesas se hizo dueño del centro del campo y el Unionistas en esa guerra se afligió. Mario gritaba “para adelante” mientras el equipo se aculaba según pasaban los minutos. Una rara acción ofensiva de De la Nava, que tras liar en madeja las piernas de Freitas y Gaizka, no fue capaz de rematar a gol el tanto cuando ya se cantaba.
La segunda mitad discurrió al ritmo que marcó el Valladolid Promesas, cuando quiso correr plegó velas para salir en tromba en la recuperación. Y cuando quiso adelantar líneas lo hizo. Le faltó intentarlo sobre la meta de Serna, eso sí. Hernán Pérez movió fichas para tratar de corregir el guion del choque: entraron Josué e Íñigo Muñoz. Y el Unionistas se acercó tímidamente. Un zapatazo de Josué por aquí y una mano por allá que el colegiado no interpretó como penalti. La grada explotó. Y de su presión llegó a renglón seguido, ahora sí, una pena máxima que cerró el partido: Mandi no falló ante Gaizka; duro, abajo. Quedaban 20 minutos de choque pero ya no se jugó a nada. El Unionistas amarró sus tres primeros puntos de la primera fase y, según las cuentas de Hernán Pérez, está a 6 de poder jugar el playoff de ascenso a Segunda.
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